Cristiano Ronaldo, al igual que le está sucediendo a Luis Suárez en el FC Barcelona, sigue de capa caída esta temporada 2017-18. El atacante portugués lo intentó todo este pasado domingo frente a la UD Las Palmas en el Santiago Bernabéu, un partido que se antojaba propicio para que consiguera ver portería y así maquillar ligeramente las ridículas cifras goleadoras de esta campaña 2017-18.

Sin embargo, no fue así y, pese a que no jugó un mal partido y asistió a Isco Alarcón en el tercer y último tanto del Real Madrid, precisamente en la celebración de dicha diana dejó claro que, cuando no marca, no se alegra ni siquiera de los éxitos de sus compañeros.

Él mismo había asistido a Isco Alarcón con un pase perfecto al interior del área para culminar un contragolpe, pero después de que Isco Alarcón transformara la diana se marchó cabizbajo hacia el centro del campo, en silencio y sin querer hablar con nadie.

Seguramente pensó que le encantaría dotarse de asistencias como la que él mismo acababa de repartir a su compañero Isco, teniendo en cuenta que 'CR7' este curso ha sido más protagonista por el controvertido FIFA The Best que recibió hace unos días que por su rendimiento sobre los terrenos de juego, que está dejando mucho que desear.

¿Es Cristiano un jugador de equipo?

Cristiano Ronaldo reaccionó de manera inexplicable tras el tercer gol del Real Madrid frente a la UD Las Palmas, pero no es la primera vez. Es el primero al que le encanta que sus compañeros vayan a idolatrarle cuando marca un gol, pero él no lo hace cuando lo anotan los demás. Quizá, y sólo quizá, para Cristiano Ronaldo sean más importantes sus goles y el rendimiento personal que no las victorias del equipo.