En el Santiago Bernabéu hace tiempo que suenan las alarmas, pero mientras Zinedine Zidane se ha decidido a ignorarlas, los resultados empiezan a no cuadrar para el Real Madrid. El enésimo tropiezo de la temporada ha llegado con una derrota en casa contra el Villarreal, y con el FC Barcelona escapado, hay que plantearse cuáles son los objetivos.

El primero de todos está claro que es recuperar la solidez, pero la mirada de los blancos a la clasificación es más que preocupante. Ya han perdido más puntos que en toda la pasada temporada, y en los últimos cinco compromisos sólo han logrado una victoria contra el Numancia, además de dos empates y dos derrotas.

Le urge al conjunto 'merengue' salir del bache, porque además de perder comba con los rivales que tiene por arriba, se le acercan los que tiene por abajo. Lejos de los 32 puntos madridistas manda el Barça con 48, seguido por un Atlético que tiene 39 y un Valencia que ya suma 37, todos con los mismos partidos.

Pero la debacle que ha producido Fornals también se ha traducido en la tabla, en la que el Madrid ya siente el aliento de sus perseguidores. La cuarta plaza, la última que da acceso a la Champions, está amenazada por el Villarreal, con un encuentro más y un punto menos (31), y el Sevilla, con los mismos pero a tres puntos de distancia.

Aún queda la Champions

Precisamente, uno de los objetivos que el Real Madrid mantiene en este curso es la Champions League. A pesar de todo, su visible crisis también repercute en sus aspiraciones europeas, puesto que continúa regalando su confianza antes de cruzarse con uno de los grandes favoritos a alzar la 'orejona', el PSG.

Mientras los parisinos afilan sus armas para un duelo por todo lo alto, los hombres de Zinedine Zidane se estrellan tanto con rivales mayores como con otros de menor calado, algo preocupante a pocas semanas del mayor desafío de la campaña. Si vuelve a despeñarse del torneo, la temporada se va a hacer muy larga en Chamartín.