El Bayern de Munich volvió a parecerse al del primer tiempo de la ida de cuartos de final de esta Champions League para doblegar a un Real Madrid sin ideas pero caer finalmente ante la polémica en la prórroga cuatro a dos. Los de Zidane, igual que llevan haciendo toda la temporada, jugaron en el alambre pero se vieron claramente beneficiados por el arbitraje de Viktor Kassai que perdonó la expulsión a Casemiro y acabó expulsando a Arturo Vidal por doble amonestación tras una falta que ni era.

A pesar de eso, los alemanes se pudieron adelantar en el segundo tiempo tras un claro penalti de Casemiro sobre Arjen Robben. Se hacía justicia en el luminoso pues los visitantes se merecían ir ganando y Robert Lewandowski anotaba. Sin embargo, posteriormente sería Cristiano Ronaldo quien empatase al rematar de cabeza un centro del mismo Casemiro, que no debía estar jugando.

Los bávaros siguieron empujando y, con eso y tras varias ocasiones de Ribery y Lewandowski, llegó la "pifia" del partido. Sergio Ramos se introducía el balón en propia puerta e igualaba la eliminatoria a tres. No podía creérselo un Santiago Bernabéu que, no obstante, respiró aliviado tras la expulsión comentada de Vidal.

El robo de Kassai acabó con el Bayern

Con diez, y a pesar de que dispusieron de dos nuevas ocasiones, los de Carlo Ancelotti quedaron a merced de un Madrid que seguía sin ideas pero buscaban su oportunidad al pelotazo y con balones bombeados. Así nos fuimos a la prórroga.

A la vuelta, el Bayern incluso merecido el gol tras dos acercamientos. Sin embargo, en la última jugada del primer tiempo acababa por perpetrarse el robo total del húngaro. Cristiano Ronaldo recibía en claro fuera de juego dentro del área para para romper el sueño de los alemanes. Ese gol y la expulsión hicieron imposible que los visitantes se levantara y, con todo el mundo arriba, primero Cristiano y luego Asensio finiquitarían el atraco del siglo.