El Madrid rozó el ridículo ante el Sevilla en el Pizjuán (3-3)

Salieron Sevilla FC y Real Madrid al Sánchez Pizjuán de dos maneras totalmente distintas. Los de Jorge Sampaoli tenían la dura empresa de remontar el injusto tres a cero de la ida y no pudieron, pero por lo menos mostraron las vergüenzas del conjunto merengue. Lo hizo primero el mismo Danilo al introducir un balón en su propia portería. Tras ese gol en el primer tiempo los sevillistas rozaron el segundo pero no lo alcanzaron.

Zidane había salido con un once mezcla de titulares y suplentes y lo pagó dado que estos no demostraron absolutamente nada. La dios fortuna se alineó a los de la capital pues ni primero Correa ni después Ben Yedder pudieron ver puerta en dos claras ocasiones. El segundo tiempo comenzó casi con el empate de Marco Asensio pero, a partir de ahí llegaría la debacle visitante sólo subsanada por el colegiado.

Primero fue Jovetic, entrado por el lesionado Correa, el que aprovechaba un centro de Escudero desde la izquierda para llegar y besar el santo. El balcánico ponía el segundo en el 54' e Iborra aprovechaba un buen pase de Ben Yedder para ahondar más en el desaguisado merengue. Estaba difícil la cosa pues todavía le faltaban dos goles a los locales, pero lo intentaron y estuvieron cerca.

Feo gesto de Sergio Ramos con la afición del Sevilla

Hasta que Undiano Mallenco quiso sentenciar la eliminatoria y acabó señalando un penalti tras un leve empujón de Kranevitter sobre Mariano dentro del área. Una falta muy discutida que acabó anotando a lo Panenka Sergio Ramos. Lamentable la actuación del capitán madridista encarándose con la que había sido su afición para celebrar el tanto.

Con ese gol ya no había mucho más que hacer por lo que los locales dejaron de insistir y empezaron a pensar en el partido de Liga que disputarán en ese mismo estadio este fin de semana. Lo último destacable fue el gol de fe de un Karim Benzema que entró en el segundo tiempo por Álvaro Morata.