A estas alturas, todo el mundo sabe que para un gran club de Europa lo primordial es ganar, ganar y ganar. Son las tres únicas palabras que importan, independientemente del juego que se realice sobre el césped y del respeto -o la falta de él- que el equipo en cuestión genere en los rivales.

El Real Madrid de Zinedine Zidane se ha labrado estas dos últimas temporadas una ristra de éxitos que han sorprendido al mundo: una Liga, dos Champions consecutivas, Mundiales de Clubes, Supercopas de España y de Europa... Hace unas semanas parecía que la larga lista de éxitos no tendría fin, pero a día de hoy la película ha cambiado, y el equipo blanco se encuentra de capa caída.

El FC Barcelona le saca siete puntos de diferencia en LaLiga Santander 2017-18 transcurridas únicamente cinco jornadas, y la preocupante situación, como es natural, hace peligrar el puesto de Zinedine Zidane en el banquillo. Da igual todo lo que haya ganado antes como jugador y técnico en el club: si la situación sigue prolongándose unas semanas más, no se descarta que no llegue a Navidades.

Si algo ha demostrado Florentino Pérez desde que es presidente del Real Madrid es que nunca le ha temblado el pulso a la hora de echar a entrenadores. Decenas de ellos han pasado sin pena ni gloria por la 'Casa Blanca', y Florentino nunca ha tenido escrúpulos a la hora de buscar la mayor rentabilidad deportiva y económica al equipo blanco.

Zinedine Zidane, en la cuerda floja

Mantiene todavía la confianza en Zidane, pero ésta se diluirá fácilmente si el Real Madrid no encadena próximamente una serie de victorias consecutivas en LaLiga y Champions League. Se viven actualmente los peores momentos de Zidane desde que aterrizó al banquillo del Real Madrid. La 'Felizidane' y la flor en el culo de la que muchos medios hablaban podrían haber desaparecido. ¿Reaparecerán?