Totalmente muertos, así se estaban los jugadores del Real Madrid durante el partido frente al Villarreal donde volvían a sucumbir en un partido para el olvido. Los merengues parecían muertos vivientes durante el encuentro frente a los valencianos, sobre todo en un segundo tiempo mágico de los locales donde "vacunaron" a los blancos con dos goles.

El primero lo firmó Manu Trigueros tras una soberbia jugada coral de los suyos. El segundo, lo firmó un Bakambu que aprovechó una asistencia de auténtico lujo de Bruno. El delantero "mataba" a un Madrid que no se podía creer lo que estaba viviendo.

Sin embargo, apareció Gil Manzano para ayudar a los de Zidane después de que Gareth Bale tras un centro preciso de Dani Carvajal recortara distancias. El colegiado extremeño se inventaba un penalti clamoroso de Bruno por una mano involuntaria dentro del área y se "carga" el trabajo realizado por los locales durante los setenta minutos anteriores. 

Cristiano y Morata cerraban la polémica remontada

Cristiano Ronaldo anotaba la pena máxima y con los de casa destrozados y todavía sin creerse lo que estaban viviendo, Álvaro Morata aparecía para darle la vuelta al resultado. Los blancos recibían esa ayuda que desespero al conjunto "groguet" desde de la victoria del FC Barcelona en el Vicente Calderón, con la que los culés habrían quedado líderes en solitario. Las cosas, no obstante, siguen apretadas en la cabeza de la clasificiación de LaLiga 2016-2017.