Tras varios años tirando de talonario en el mercado de fichajes, el Real Madrid parece haberse relajado justo en el verano en el que se ha marchado su principal estrella, Cristiano Ronaldo, y también Zinedine Zidane. Son muchas las voces que afirman que Florentino Pérez está obligado a reaccionar antes de que termine el verano, pero el presidente merengue tiene las ideas muy claras.

Los posibles fichajes se han puesto complicadísimos, y más por 'cracks' a la altura de los que se necesitan en la capital, aunque a los blancos nunca les ha faltado poder de convicción. En esta ocasión, sin embargo, podría optarse por un cambio de planes.

Nadie descarta que en esta ventana estival haya sorpresas en el Santiago Bernabéu, en el que por primera vez en muchos años se apostaría por un proyecto sin llegadas 'galácticas'. Está por ver si esta versión acaba confirmándose en el poco tiempo que quede hasta que el mercado eche el cierre a las transacciones, pero lejos de algún golpe aislado, podría acabar siendo real.

Neymar, el gran deseado, se quedará en el PSG como su compañero Kylian Mbappé, igual que los renovados Harry Kane y Mohamed Salah y también de la misma forma que Eden Hazard. El Chelsea ha bloqueado la venta del belga porque aún tiene margen con su contrato.

El Real Madrid de las jóvenes promesas

Las penas, en este caso, se han disfrazado de oportunidad, porque los blancos defienden que ha llegado el tiempo de la juventud. En este sentido, les favorecería el cambio de Zinedine Zidane a Julen Lopetegui, porque el guipuzcoano es más partidario de trabajar con unas promesas a las que el marsellés ignoró por completo. Ahora podrían tener opciones.

Además de los Llorente, Ceballos o Mayoral, ha llegado savia nueva con Vinicius, Andriy Lunin, Álvaro Odriozola o Courtois, que podrían unirse a algún que otro fichaje de última hora, como el del delantero del Valencia, Rodrigo.

La estrategia de Florentino Pérez, eso sí, pasa por no ceder ante las presiones económicas de los grandes clubes de Europa y evitar el pago de cifras desorbitadas, como la que pasó el verano pasado el Paris Saint-Germain por Neymar Jr. Cambio radical en el Bernabéu.