El Real Madrid ya tuvo problemas en verano para desprenderse de jugadores. Los blancos intentaron colocar a varios pesos pesados de su plantilla en otros equipos, pero los futbolistas no pusieron de su parte y se negaron a salir del conjunto merengue. Eso ha provocado que entre cedidos y actuales en plantilla, ahora mismo haya 34 jugadores con contrato que pueden quedarse en el primer equipo de cara a la próxima temporada.

Esto, tal y como apunta MARCA, empieza a ser un problema que preocupa y mucho en la Casa Blanca, ya que impide planificar la próxima campaña con normalidad. De hecho, los blancos ya tendrían atados a dos nuevos fichajes que dejarían la plantilla en 36, un número de locos. Las dos nuevas incorporaciones serían Reinier Jesus, que podría ser oficial la semana que viene, y Donny van de Beek, que llegaría en verano. El joven brasileño, no obstante, apunta al Castilla para que se vaya fogueando.

Florentino Pérez, por lo tanto, empieza a estar preocupado por lo mucho que le está costando dar salida a los menos habituales. James Rodríguez y Gareth Bale, por ejemplo, estuvieron en la rampa de salida todo el verano pasado, pero ambos prefirieron quedarse y no hubo manera de venderlos. Ninguno es indispensable para Zinedine Zidane y volverán a ser carne de traspaso en junio, pero el resultado podría volver a ser el mismo. El galés no tiene muchas novias por lo que pediría el Madrid, mientras que el colombiano sí las tiene, pero no está claro que quiere marcharse.

La actitud del suramericano o la del galés es habitual en el Madrid, ya que incluso Isco tuvo la misma cuando se dijo que podía salir en verano. Muchos jugadores temen su salida del Santiago Bernabéu por ir a un equipo de menor categoría y probablemente con peor salario. Todos los transferibles suelen tener siempre alguna esperanza de poder darle la vuelta a su situación y con ese sueño terminan rechazando las propuestas para irse.

Ese precisamente es el caso de Mariano Díaz y Brahim, que están rechazando las ofertas que les han llegado para irse en este mercado de fichajes de invierno. El hispano-dominicano debutó en la Supercopa de España este curso por la baja de Karim Benzema, mientras que el malagueño, que apenas ha jugado, ni siquiera participó en el torneo. Ninguno cuenta para Zidane y los dos tienen propuestas firmes para salir, pero los dos se niegan a hacerlo con esa esperanza de poder convencer al técnico francés.

Los cedidos, sin sitio, y el Madrid debe trabajar en las salidas

En el caso de Mariano la idea es que se marche traspasado, mientras que con Brahim el club quiere buscar una cesión para que tenga minutos y pueda triunfar fuera para regresar en el futuro. Sea como sea, también los cedidos se le acumulan a los merengues, ya que la temporada que viene podrían volver Reguilón, Achraf Hakimi, Martin Odegaard o Kubo, entre otros. Algunos se han ganado su regreso con creces, pero mientras no salgan algunos de los integrantes de la actual plantilla, será complicado que encuentren acomodo. El Madrid deberá trabajar para disminuir este 'overbooking' tan preocupante.