Nadie quiere a Gareth Bale y el Madrid tiene un problema mayúsculo

Gareth Bale llegó con bombos y platillos al Real Madrid para formar la 'BBC' junto a Cristiano Ronaldo y Benzema, dejando cuatro Champions League en cinco años, además de aquella carrera ante Bartra para conseguir la Copa del Rey ante el Barcelona, con una exhibición física espectacular del galés.

Pero después de aquella gran galopada se fue notando que el jugador se lesionaba mucho, que tardaba en carburar y aunque arrancaba las temporadas como un bólido, perdía gas a medida que avanzaba el calendario, dejando claras dudas sobre su posibilidad de heredar a Cristiano Ronaldo en el equipo.

El 2020 fue el detonante con la petición de salida de Zidane, la llegada del Covid y un balance final muy deplorable para el extremo. Finalmente se acordó su salida del club bajo la figura de la cesión y el destino fue el Tottenham, su antigua casa y en donde lo recibieron con una fiesta. No era para menos, un jugador de su talla, un refuerzo de lujo a coste cero y la mitrad del salario la cancela el Real Madrid.

Desde la capital esperaban que su valor subiera para venderle lo mejor posible en su último año de contrato y hacer caja. El destino era el ideal en temas de confianza y un experimentado como Mourinho era el único capaz de levantarlo de su papel actual, comenzando con muchos dardos al equipo blanco, hasta casi disculparse.

“Necesita minutos”, “Falta poco” y muchas frases de 'Mou' para darle un espaldarazo al jugador que terminó por mentir sobre su estado físico, ya que al tiempo que le pedía a Mourinho una evaluación física posteaba en Instagram lo grandiosa que fue la sesión de entrenamiento ese mismo día.

Una lesión que no existió y un rendimiento que no mejoró, hicieron al técnico explotar en rueda de prensa para decir que “no entiendo lo que pasó, me pide exámenes, después que está para jugar y yo, yo tengo que ser sincero”. Lápida y sentencia en el club londinense mientras permanezca Mourinho allí.

Ahondando en la herida

Jonathan Barnett, su agente, agregó más leña al fuego al indicar que “lo que le pasa es que con 30 años ya ganó más títulos que cualquiera y dinero para toda su vida”, en una clara confrontación con el técnico que parece haberle hecho la cruz al galés.

Bale se queda sin opciones, su agente cierra el cerco mucho más y en Madrid ya buscan la forma de darle salida, aunque el gran problema es que no lo quieren en China, en Europa y prácticamente en ningún lado. Su alta ficha, sus nulas ganas de jugar y la constante sensación de que no le motiva el juego, le cierran las puertas en cualquier sitio, incluso llegando gratis.