Lo ha intentado en numerosas ocasiones provocando los chistes entre los aficionados, pero finalmente contra la Juventus, Cristiano Ronaldo dio en la diana. El delantero del Real Madrid coronó su gran partido con un gol de chilena, que ha impresionado al mundo del fútbol y le ha colmado de elogios en los últimos días.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, y varios medios han señalado que quien no está tan contento es Florentino Pérez. El presidente 'merengue' asistió sin apenas inmutarse al bonito tanto del portugués, y sólo mostró cierta incredulidad al ver que la afición rival le aplaudía. La relación entre ambos no pasa por su mejor momento.

Florentino y Cristiano no se ponen de acuerdo

Y es que la estrategia del futbolista, que lleva unos años deslizando que quiere marcharse, para luego declarar que se quiere quedar y solucionarlo todo con un aumento millonario ha desgastado al dirigente, que esta vez no está tan convencido. No hay que olvidar que a pesar de su buen estado de forma, unos meses después de un gran bajón, ya tiene 33 años, algo que empieza a preocupar en la capital.

En el Santiago Bernabéu la voluntad es negociar con Cristiano, eso está claro, pero la cuestión es que no será a cualquier precio. Su insistencia en equipararse a Leo Messi, incluso en lo económico, es un inconveniente importante, y más con el último esfuerzo del FC Barcelona por evitar tentaciones con su gran estrella. 

El Madrid quiere nuevos 'galácticos'

La desconfianza se agrava más, si cabe, por el interés del Real Madrid en reforzarse con algunos fichajes, con el interés de revitalizar, otra vez, un proyecto que ha vuelto a quedarse corto. En esta ocasión si se ha alargardo la ansiada gloria europea, pero en LaLiga el esfuerzo se pagó prácticamente desde el inicio.

Con los casos de Cristiano Y Gareth Bale sobre la mesa, Florentino sigue soñando con los Hazard, Lewandowski, Kane y Neymar, que, de la misma manera que los suyos, se le van complicando por momentos. La revolución está a punto de empezar en el vestuario madridista, pero habrá que esperar para ver quién la hace saltar.