El inicio de LaLiga no está siendo complicado para el Real Madrid, que domina sin problema en el estadio de Riazor ante un Deportivo de la Coruña muy alejado de la calidad de los blancos. A pesar de todo, en un partido prácticamente resuelto, la polémica volvió a acompañar a los de Zidane, personificada en uno de sus sospechosos habituales.

Se trata de Sergio Ramos, que protagonizó la acción fea de la jornada y bien pudo marcharse a los vestuarios antes de tiempo, pero, como suele ser habitual, se quedó con una amarilla que parece poco justa vistos los hechos. Tras una acción del encuentro, el sevillano se discutió con un jugador deportivista, y al cruzarse en su camino Fabian Schar, el de Camas le recibió con un manotazo en la cara.

El colegiado González González, que seguía muy de cerca la disputa, optó por una decisión salomónica que no dejó contentos a los aficionados locales, puesto que zanjó el conato de pelea amonestando a los dos jugadores. Posteriormente, eso sí, el futbolista vio la segunda amarilla por un codazo y se marchó expulsado a pocos minutos del final.

Nada nuevo

El comportamiento de Sergio Ramos en los terrenos de juego ya no coge a nadie por sorpresa, aunque sí empieza a ser reiterada la permisividad con la que los árbitros tratan al capitán del Real Madrid. En el duelo de vuelta de la Supercopa frente al Barça, con un marcador también resulto, el sevillano molestó a Leo Messi cuando este le reclamó un balón, provocando un 'rebote' del argentino en una vacilada que, desde luego, no venía a cuento.

Esta es la acción de Sergio Ramos con Fabian Schar.