Sergio Ramos se ha salvado finalmente de una sanción extra del Comité de Competición, y únicamente cumplirá un partido de sanción derivado de la tarjeta roja directa que recibió en el Clásico contra el FC Barcelona, después de su criminal entrada contra Leo Messi.

Cuando se marchaba a los vestuarios, el central recriminó a Gerard Piqué sus críticas a los arbitrajes, tocó al colegiado en el pecho y se marchó del estadio aplaudiendo, sarcásticamente, la decisión del colegiado y también a Gerard Piqué.

Algo parecido a lo que le sucedió a Neymar en La Rosaleda, sólo que lo suyo fue doble amonestación y no montó tal espectáculo dantesco sobre el terreno de juego. El brasileño, eso sí, aplaudió cuando ya estaba fuera del campo. Los tres partidos de sanción que le cayeron no se los quitó nadie.

Hernández Hernández no lo apuntó en el acta

La diferencia principal en ambos casos es que Hernández Hernández no incluyó en el acta del Clásico los aplausos de Sergio Ramos, mientras Gil Manzano sí lo hizo con Neymar tras el Málaga-Barça. Esto ha sido lo que ha salvado, cómono, al futbolista del Real Madrid. En cualquier caso, Sergio Ramos no estará presente contra el Deportivo de La Coruña este miércoles en Riazor.