A Zinedine Zidane no le está gustando como se está moviendo (o no se está moviendo, mejor dicho) su presidente en este mercado de fichajes 2016-2017. Tras recuperar a los cedidos y repescar a Álvaro Morata, al francés no le ha llegado ninguno de los refuerzos que ha pedido. Y estando ya a 9 de agosto, con una Supercopa de Europa que disputar frente al Sevilla FC, avisa que nadie se podrá quejar de lo que pase. 

"El Real Madrid no es favorito. Es un partido que los dos equipos queremos ganar y lo único que me preocupa es que estemos preparados y lo estamos. El tema de las bajas no lo podemos cambiar. Estamos con los futbolistas que se han preparado para jugar esta Supercopa", afirmó un Zidane tratando de quitarse la presión que, obviamente, recaía sobre sus hombros. Y es que si el actual campeón de la Champions no es el favorito para este partido apaga y vámonos.

El francés lanzó más ocultamente un mensaje encriptado para su presidente al afirmar que, pase lo que pase, "no nos podemos quejar. "Estoy muy contento con la plantilla que tengo. Hemos ganado con esta plantilla, pero este año debemos volver a demostrar que estamos preparados y el primer partido es mañana, con los jugadores que tenemos aquí. Nuestro objetivo es hacer lo posible, pero luego, sea cual sea el resultado, no nos podemos quejar", sostuvo. 

Resignado, habló de su compatriota Paul Pogba, recien fichado por el Manchester United y por el que el técnico pidió a "Floren" hacer un esfuerzo: "Pogba es un jugador del Manchester United y ya está. Le deseo lo mejor". Y es que, igual que pasó con el francés, las llegadas no parece que son la prioridad del máximo mandatario madridista. Vendido ya Jesé Rodríguez, la prioridad del club son las salidas... Aunque no haya fichajes.