La actual campeona del mundo se va a su casa. Se confirmaron los peores pronósticos para Alemania: Suecia goleó a México y Corea fue capaz de superar al equipo germano. El equipo entrenado por Joachim Low no fue capaz de superar el muro coreano y acabó perdiendo el partido con la sensación de no haber jugado a nada durante los 90 minutos. 

Alemania tuvo un problema de fútbol durante todo el partido. En especial se notó la falta de acierto de sus centrocampistas: si Toni Kroos no aparece, ninguno de sus acompañantes es capaz de generar fútbol. En especial destaca la apatía de un Mesut Özil que no ofrecía lo que se esperaba de él en un partido tan importante. A todo esto, Gündogan, centrocampista organizador, viendo el partido desde el banquillo.

Los únicos destellos de la selección alemana los ponía Timo Werner, el delantero del Leipzig que se movía tanto por el eje del ataque como por la banda izquierda. Si no aparecía el '9' germano, el equipo de Joachim Löw no era capaz de penetrar en la ordenada defensa de Corea del Sur. A todo esto, Leroy Sané, estrella del Manchester City, viendo el Mundial desde su casa.

Tanto en el primer tiempo como en el segundo se podía ver como el partido se encaminaba a lo que quería Corea. La selección asiática se sentía cómoda esperando atrás, de forma ordenada ante un rival que no era capaz de generar ocasiones de gol por la falta de ideas de sus jugadores. De hecho, los coreanos tuvieron ocasiones de perforar la portería de un inseguro Neuer. A todo esto, Ter Stegen, portero del Barça, en el banquillo.

En el tramo final del partido, Kim Young-Gwon escenificó los males de Alemania con un gol en el tiempo de descuento que necesitó la ayuda del VAR: estaba en fuera de juego, pero marcó tras un pase del alemán Toni Kroos, que se equivocó. Con el equipo germano totalmente arriba, Son Heung-Min agravó el problema alemán para sentenciar con el 2-0.

Joachim Löw, responsable del desastre

Cuando Joachim Löw decidió dejar fuera del Mundial a Leroy Sané, uno de los jugadores alemanes más en forma de la pasada temporada, nadie lo comprendió. Tampoco se entendió que Neuer, que no había jugado en toda la temporada, fuese titular por delante de Ter Stegen. Tampoco que, ante la falta de fútbol de Alemania, Gündogan no jugase más. A todo esto, Müller tampoco fue titular. El seleccionador fue el gran responsable del desastre.