La selección de Bélgica ha conseguido su billete a cuartos de final del Mundial de Rusia tras una espectacular remontada ante Japón, que se había adelantado en el marcador con dos goles de Haraguchi e Inui, respectivamente. Sin embargo, Vertonghen y Fellaini pusieron el empate y Chadli, en el último segundo, marcó el 3-2 definitivo.

El partido empezó muy igualado, con una Bélgica que quería el dominio del balón pero con una selección de Japón muy atenta a cualquier despiste defensivo del equipo de Roberto Martínez para poder generar peligro cerca del área de Thibaut Courtois. Sin embargo, no hubo goles en el primer tiempo, algo que era la calma antes de la tempestad.

En el segundo tiempo se iniciaría la exhibición de la selección japonesa. Gaku Shibasaki, jugador del Getafe, condujo el balón en un contragolpe y filtró un pase para Haraguchi que Vertonghen no acertó a cortar. El jugador japonés controló, amagó, y con mucha sangre fría se inventó un disparo cruzado que batió a Courtois.

Los males de Bélgica todavía se agravarían más cuando Inui, jugador que la temporada pasada jugaba en el Eibar pero que en la siguiente lo hará en el Real Betis, se inventó un disparo colocado y con rosca desde fuera del área para volver a perforar la portería de Courtois. Dos goles en los siete primeros minutos del segundo tiempo que dejaban tocada a Bélgica.

Remontada de Bélgica

La selección de Roberto Martínez se puso el mono de trabajo para remontar. Tras un primer aviso con un tiro de Hazard al palo, Vertonghen, que había fallado en el primer gol de Japón, impactó el balón con la cabeza en un tiro que cogió un efecto muy extraño y se acabño colando en la portería japonesa. Fellaini, poco después, pondría el empate con otro remate de cabeza a centro de Eden Hazard.

El partido parecía condenado a ir a la prórroga, pero todo se rompió en el minuto 94. Japón disponía de un córner que estaba destinado a ser la última jugada del partido, pero Courtois atrapó el centro y le dió la pelota a De Bruyne. El crack del Manchester City se la puso a Meunier que posteriormente centraría para que Chadli, a placer, marcase el 3-2 en el 94.