Desde hace semanas se está hablando del duelo que mantendrán Luis Suárez y Leo Messi​ en el Argentina-Uruguay que se debería disputar este lunes 18 de noviembre en Tel Aviv. Las dos estrellas del FC Barcelona son los grandes protagonistas del enfrentamiento entre sus respectivas selecciones y había muchas ganas de verles cara a cara.

Pero las informaciones que vienen de la ciudad israelí no son nada optimistas y el partido podría terminar suspendiéndose. El conflicto entre el Ejército israelí y la Jihad Islámica se ha endurecido estos últimos días, tras el asesinato del líder de la Jihad por parte de los militares de Israel. La venganza ya ha empezado y se han lanzado decenas de cohetes desde la Franja de Gaza hasta Israel.

De hecho, se han tenido que suspender las clases de los colegios situados más en el sur y en el centro del país por miedo a una desgracia. El partido se debería disputar en el New Bloomfield Stadium, pero ahora mismo esa es una de las zonas más afectadas, con lo que el evento corre serio peligro y podría terminar suspendiéndose.

"Aproximadamente 50 cohetes fueron disparados desde la Franja de Gaza hacia Israel. El sistema de defensa aérea interceptó aproximadamente 20 de los cohetes", informó el Ejército de Israel en un comunicado del que se hace eco Mundo Deportivo. Todo, tal y como se ha señalado más arriba, se debe por la operación del Ejército israelí en Gaza que acabó con la vida del líder de la Jihad Bahaa al Ata. En los bombardeos también murió su mujer y hubo varios heridos.

La grupo terrorista respondió amenazando a Israel, que a su vez decidió tomar varias medidas en su país. Se le pidió a la población del sur y del centro que no vaya a trabajar y se prohibieron reuniones de más de 100 personas cerca a la Franja de Gaza y de 300 a zonas más cercanas a Tel Aviv. También se cerraron varias carreteras en algunas zonas del país, sobre todo cerca de Gaza.

Argentina ya se negó a jugar en 2018

Con este panorama, parece complicado imaginar que Argentina y Uruguay acepten jugar en Tel Aviv. Ya antes del Mundial del 2018, los jugadores argentinos se negaron a disputar un amistoso allí porque había una situación similar en la que podían correr peligro. Los futbolistas se plantaron ante la AFA en esa ocasión, y quizás van a volver a tener que hacerlo una vez más.