Tras la lesión de Neymar, que hizo que se perdiera la Copa América, se esperaba que Philippe Coutinho diese un paso al frente para ser el gran líder de la selección de Brasil. Empezó fuerte, especialmente en los partidos previos, pero su peso se fue difuminando y su actuación final acabó siendo por debajo de lo esperado.

Tras acabar el partido, Coutinho expresó sus emociones y se mostró feliz por la victoria de Brasil. "Muy contento porque hemos cumplido nuestro objetivo que era salir campeones, en casa, sabíamos de la importancia de la competición. Solo por esto salimos de acá muy felices, ahora a festejar con las familias que están siempre con nosotros", dijo.

Posteriormente, le preguntaron por la dolorosa eliminación en el Mundial 2014 que, como esta Copa América, también se celebró en Brasil. "Eso es pasado, el pasado no se puede cambiar, estamos construyendo nuestra historia acá poco a poco, el grupo merece lo que hemos hecho en esta competición y salimos contentos por eso", comentó.

Pese a la victoria de Brasil en la Copa América, es probable que a Coutinho le quede la espina clavada de no haber podido ser la estrella que esperaba su país natal. A falta de Neymar, no se vio a la mejor versión del azulgrana durante el torneo y a día de hoy es una incógnita saber si va a recuperar el nivel mostrado cuando jugaba en el Liverpool.

Coutinho y su venta

De rebote, esas malas sensaciones que ha dejado Coutinho también afectan al FC Barcelona, que esperaba un buen papel del centrocampista carioca en la Copa América para que se revalorizase y, de esta forma, poder venderle por una cantidad de dinero más elevada. Pero las cosas no han ido como se esperaba en un inicio.

Ahora, el Barça tiene un problema importante con un jugador por el que ya se ha gastado 135 millones de euros y por el que puede llegar a pagar 25 'kilos' más. Coutinho no se ha revalorizado y su valor de mercado cae en picado mientras que en el equipo culé parece que ya no tiene sitio.