Arda Turan ya no tiene solución. Si alguien guardaba la mínima esperanza de que el jugador que maravilló en el Galatasaray y el Atlético de Madrid volviera a dejar muestras de su gran calidad, este viernes la puede haber perdido por completo. Después de enterrar sus posibilidades en el Barça, el centrocampista puede haberlo hecho en Turquía.

El de Fatih ha sido uno de los grandes damnificados de la contundente derrota de su selección, que ha encajado en casa tres goles de Islandia y no estará en el próximo Mundial. Él mismo avisó en la previa que no sabía si estaba mentalmente preparado para afrontar el encuentro pero su actitud ha sido la gota que ha colmado el vaso.

Perdido, desmotivado e impotente han sido algunos de los adjetivos que le han regalado los aficionados tras estar una hora sobre el terreno de juego y rematar la faena riéndose en el banquillo después de ser sustituido. Su reacción tampoco ha gustado nada a Mircea Lucescu, que ha decidido apostar por Arda como titular y visto lo visto puede poner punto y final -por segunda vez- a su carrera como internacional.

Un negocio ruinoso

Sin duda alguna, otro de los grandes daminificados de la dejadez de Arda Turan es el FC Barcelona, que pagó cerca de 34 millones de euros para sacarle del Atlético hace apenas dos años. Tras pasar unos meses sin jugar por la sanción que afectaba a los azulgrana, el turco nunca volvió a ser el mismo, y tras desaprovechar incontables oportunidades ha acabado apartado por Ernesto Valverde. El jugador es un problema de difícil solución, puesto que el técnico quiere deshacerse de él pero tras su último escándalo habrá que regalarlo