Las dudas de la afición culé después de otra amarga noche en la Champions

Con la derrota ante el Bayern de Múnich por 0-3 en la primera jornada europea de la temporada, miles de aficionados del FC Barcelona pueden confirmar varios de los temores que tenían cuando Lionel Messi quedó oficialmente desvinculado de la institución: su salida ha repercutido en los resultados.

Tras el partido, en el que el Barça no pudo sumar al menos un tiro a puerta, muchos volvieron a dudar de la ausencia de jóvenes en el once inicial después de que Ronald Koeman haya sostenido varias veces que mantiene su confianza en jugadores como Alejandro Balde, Yusuf Demir, Gavi o Nico González.

Asimismo, el neerlandés ha sido cuestionado por recurrir nuevamente a un esquema 3-5-2, disponiendo de tres zagueros centrales y dos carrileros. Antes del partido, Koeman advirtió que era necesario defenderse, por lo que desestimó el tradicional 4-3-3 que ha caracterizado al Barcelona. Quizá una derrota similar no habría sido tan dolorosa en caso de caer sin traicionar la filosofía de juego.

 

La ausencia de Philippe Coutinho en favor del recientemente incorporado Luuk De Jong, cuyas cualidades no se adaptan a un sistema basado en esperar los contragolpes. De hecho, el equipo notó una ligera mejoría con el ingreso del brasileño, con un perfil más acorde al planteamiento, pero quizá ya era tarde.

También han quedado en evidencia las diferencias entre el Barça y el Bayern, especialmente en el apartado físico. Los alemanes, que venían de un intenso duelo ante el Leipzig por la Bundesliga, se mostraron muy superiores a un conjunto azulgrana, que llegaba al compromiso con más horas de descanso.

Laporta, también entre los ‘culpables’

El otro punto común entre los aficionados ha sido la continuidad de Koeman en el banquillo. Muchos se han preguntado cómo es que el neerlandés continúa al mando después de derrotas en Champions como las infligidas por el PSG y el Bayern. Por ello, señalan a Laporta, considerando que hace falta un nuevo entrenador.