El gran problema del Tottenham, rival del Barça en Champions

El Tottenham perdió en la primera jornada de la UEFA Champions League 2018-19 frente al Inter de Milán, en el Giuseppe Meazza, y en la próxima jornada deberá enfrentarse de aquí a dos semanas al FC Barcelona, que ganó 4-0 al PSV Eindhoven en un estreno triunfal.

El gran problema que ronda a los directivos del conjunto 'spur', sin embargo, poco tiene que ver con los resultados del equipo, que sigue aspirando esta temporada 2018-19 a todos los títulos posibles, al ser uno de los clubes con mejor plantilla de Europa. El dolor de cabeza para Daniel Levy y compañía está teniendo que ver, últimamente, con la construcción del nuevo estadio.

Y es que estaba previsto inicialmente que el Tottenham dejase de jugar en Wembley a finales de este año 2018, pero el retraso en las obras del nuevo estadio ha provocado que el estreno en dicho campo se posponga, como mínimo, hasta comienzos de 2019. El medio especializado 'Construction News' ha informado en las últimas horas del "caos" como la razón principal del retraso en las obras del estadio.

Siempre según el citado medio y el diario 'MD', el ambiente de trabajo entre los obreros del nuevo estadio no sería nada bueno. Se habla de "una atmósfera de mala comunicación y hasta peleas entre los más de 4.000 trabajadores que ha requerido el proyecto". Además, desde las citadas fuentes se acusa a algunos trabajadores de "beber alcohol y consumir drogas" durante las horas de trabajo.

El Tottenham no controla la situación

Una situación que empezaría a preocupar al Tottenham. El informe en cuestión afirma que el conjunto 'spur' acabará gastándose alrededor de 850 millones de libras en el coste final del recinto, mucho más dinero de lo previsto hace unos meses. El proyecto prevé que el nuevo estadio del Tottenham tenga un aforo para 62.000 personas, y el problema es que su construcción está tardando más de lo que se esperaba.

"Lo que normalmente podía tardar una semana, se alargaba un mes. Hubo problemas con el aire acondicionado y con la instalación eléctrica. Faltaba el material adecuado y se daba continuamente fallos cómicos...", se dice en 'Construction News'. Si todo sigue igual y la situación continúa alargándose, los dirigentes del Tottenham deberán tomar cartas en el asunto.