Inter de Milán y Barça, contra el racismo en Champions

Este martes por la noche, Inter de Milán y FC Barcelona se vieron las caras en el Giuseppe Meazza en la sexta y última jornada de la fase de grupos de la Champions League, previa a los octavos de final que se iniciarán en el mes de febrero. Un partido que se convirtió también en un reclamo para la lucha contra el racismo en el mundo del fútbol.

Los capitanes del equipo de Antonio Conte y del cuadro de Ernesto Valverde lucieron un brazelete con las siglas de BUU-Brothers Universally United, una campaña que apoya la erradicación del racismo en el fútbol y que precisamente fue promovida por el club lombardo después de los incidentes con Kalidou Koulibaly, defensa del Nápoles.

Hace justamente un año, en diciembre de 2018, un conjunto de seguidores del Inter de Milán la tomaron con el central franco-senegalés y le recibieron con numerosos cánticos racistas, lo que supuso también el cierre del Giuseppe Meazza jugando dos partidos a puerta cerrada como castigo por tan lamentables incidentes.

Desde entonces, la concienciación en el club neroazurro en contra del racismo ha crecido mucho, ya que su directiva se mostró muy decepcionada con la actitud de parte de su afición por los actos que habían llevado a cabo. En estas circunstancias nació la campaña BUU, a la que se unió el FC Barcelona.

Más episodios de racismo

Los incidentes con Koulibaly fueron hace un año, pero el fútbol italiano ha sufrido nuevos episodios de racismo durante los últimos meses. Otro ejemplo de ello son el reciente caso de Mario Balotelli, jugador del Brescia que también sufrió cánticos racistas en un duelo contra el Verona y que ya había sido víctima en anteriores etapas de su carrera.

El último caso fue la polémica portada que publicó el periódico 'Corriere dello Sport', en que titulaba "Black Friday" junto a una imagen de Romelu Lukaku, delantero del Inter de Milán, y Christopher Smalling, defensa de la Roma. En el duelo de Champions de este martes, se peleó contra todo ello.