La última jornada de la fase de grupos de la Champions dejó un empate entre FC Barcelona y Tottenham, con varias notas positivas en el Camp Nou. Más allá de las estrellas del enfrentamiento, las quinielas para las eliminatorias de octavos o el sorteo que está por venir, hubo buenas noticias para la Masia, que vio como dos canteranos más estrenaban su casillero en Europa.

Carles Aleñá y Juan Miranda se colaron entre los protagonistas del duelo, porque ambos certificaron su debut en Champions. Ernesto Valverde había advertido que habría rotaciones en este compromiso, pero además dio un paso adelante y puso a prueba a los dos jóvenes, una intención que confirmó en la rueda de prensa posterior al encuentro.

En las entrevistas, ellos mismos destacaban su ilusión por haber participado en una cita de esta magnitud en el Estadi, y el de Mataró continuó demostrando que pese a tener 20 años, juega y actúa como si fuera un auténtico veterano: "Hemos hecho un buen partido. Podíamos haber ganado pero delante teníamos un muy buen equipo al que felicitamos por su clasificación. Lo importante era ser primeros en un grupo que era muy difícil y ahora viene la parte más bonita de la competición".

"A nivel personal, estoy muy feliz por cada partido, me lo tomo como si fuera el último. Hoy era una prueba más. Ha sido una semana muy bonita con el gol en Copa y recibiendo el dorsal en el primer equipo. Ya estoy aquí y ahora a disfrutarlo que me lo estoy pasando genial. Esto es increíble", valoraba Aleñá, que ha vuelto a subrayar que el vestuario está apoyando sin dudar a Ousmane Dembélé, y que la afición también debería hacer lo mismo.

Las palabras de Miranda tras el partido

Algo más breve fue Juan Miranda, que pese a todo se movió con soltura frente a unos micrófonos a los que cada vez está más habituado. "Seguiré trabajando en el Barça B para cuando lleguen estas oportunidades con el primer equipo", apuntó el de Olivares, que admitió estar muy contento pero sin presionarse por ser el relevo inmediato de Jordi Alba. Su misión es seguir creciendo, algo que no ve complicado porque "él es muy bueno y le queda mucho que dar".

El lateral admitió también haber estado algo nervioso en el Camp Nou, y también lamentó que aunque su familia fue a verle, su padre no pudo acudir al partido. "El Camp Nou impresiona porque es un estadio muy grande y es muy distinto a jugar en Sant Cugat, por ejemplo, con todos los respetos. Lo quise hacer todo bien, pero es cierto que todo no sale", reconoció.