Neymar y Mbappé, insuficientes para evitar la derrota del PSG ante el Liverpool (3-2)

El Paris Saint-Germain se la pegó a lo grande en el primer partido de los franceses en la Champions League 2018-19. En frente, estaba el Liverpool, actual subcampeón de la competición, pero eso no es excusa para que el cuadro galo, con Kylian Mbappé y Neymar sobre el campo, pudiesen rascar ni siquiera un empate en Anfield. 

Por otra parte, hay que decir que el Liverpool lleva mucho tiempo demostrando que es un firme candidato a ganarlo todo. Ante el Paris Saint-Germain, quedó demostrado que el conjunto 'red' mantiene la misma ilusión que la pasada campaña, además de la columna vertebral de un equipo con aspiraciones tanto en la Premier League como en la Champions. 

El partido ya empezó muy bien para los ingleses, que se adelantaron a la media hora por mediación de Daniel Sturridge, que fue el delantero centro titular dejando fuera a Roberto Firmino. Robertson puso un centro medido desde la parte izquierda y el delantero inglés cabeceó sin piedad al fondo de las mallas.

El segundo mazazo red llegaría seis minutos más tarde, después de que Juan Bernat, reciente fichaje de los parisinos, derribara a Wijnaldum dentro del área para que el colegiado señalase la pena máxima. Milner exhibió sus galones y su veteranía para ejecutar el penalti ajustado al palo, haciendo inútil la estirada de Areola.

Empate del PSG y gol de Firmino en el último suspiro

El Paris Saint-Geroain se puso las pilas para buscar el empate y Meunier recortó diferencias rematando un balón que quedó muerto dentro del área después del rechace posterior a un centro de Di María. Ya entrando en el segundo tiempo, Una recuperación con conducción de Neymar sirvió el balón a Kylian Mbappé, que no perdonaría el empate.

Sin embargo, todavía quedaban sorpresas en un partido que se decidió en el último suspiro y con un protagonista: Roberto Firmino. El brasileño se había quedado fuera del once pero entró en el segundo tiempo para decantar la balanza. El brasileño se inventó una jugada en el interior del área que finalizó con un tiro cruzado al que no llegó Areola. No dio tiempo para nada más: el Liverpool había golpeado fuerte.