Después de poco más de un mes entrenando al FC Barcelona, a Quique Setién le ha llegado la primera prueba de fuego como técnico azulgrana: el regreso de la Champions League. Este martes, tendrá lugar en San Paolo el partido de ida de los octavos de final que enfrentará al cuadro azulgrana al Nápoles de Gennaro Gattuso, un rival serio y que no pondrá las cosas fáciles.

A lo largo de las últimas semanas, Setién ha experimentado en el FC Barcelona con varios sistemas de juego con resultados distintos. De hecho, ha llegado a probar hasta con tres dibujos tácticos distintos y, en los últimos partidos, parece haber dado con la tecla para que el equipo controle los partidos. Este martes, llega la hora de la verdad: los culés no se pueden permitir ningún fallo contra el Nápoles, pues los cuartos de la Liga de Campeones están en juego.

En su llegada al FC Barcelona, Setién experimentó con un sistema asimétrico con tres defensas (3-5-2) que no le acabó de funcionar, tanto por fragilidad defensiva como por falta de profundidad en ataque. Tras la debacle de Mestalla (el Valencia venció cómodamente a los culés con una enorme sensación de superioridad), el cántabro recuperó el 4-3-3 y el equipo comenzó a funcionar.

Desde entonces, Setién solamente ha roto el 4-3-3 contra el Real Betis para probar con un 4-4-2 en diamante que no acabó de convencer. Es previsible, entonces, que el santanderino siga optando por un esquema con tres delanteros y tres centrocampistas, aunque con variantes importantes respecto al sistema de Ernesto Valverde.

Mientras que el Txingurri empleaba un 4-3-3 en ataque para cerrar con un 4-4-2 en defensa (Luis Suárez y Leo Messi quedaban descolgados y sin tareas defensivas asignadas), con Setién se cierra igual con un 4-3-3 adelantando las líneas de presión para recuperar el balón más arriba. Muy posiblemente, el esquema elegido para jugar tanto en San Paolo como en el Santiago Bernabéu vuelva a ser este mismo​.

Un falso delantero en el tridente

Pese a que la disposición de Setién suele ser un 4-3-3, el tridente ofensivo lo suelen formar dos delanteros y un centrocampista reconvertido. En los primeros partidos, el cántabro optó por Sergi Roberto como extremo derecho pero, tras la baja del catalán, probó con Arturo Vidal por la izquierda contra el Eibar. Muy posiblemente, en San Paolo se repita formación con el chileno jugando por una de las dos bandas.