Chispas en el grupo G: ¡Brasil y Suiza clasifican a los octavos de final!

Ya está todo listo para la disputa de los octavos de final de la Copa del Mundo, oficialmente. Brasil y Suiza han sido los últimos en certificar su pase a la siguiente fase del torneo y ya conocen sus rivales para dar continuidad a su sueño mundialista. La clasificación ha llegado después de una jornada muy movida en la que se enfrentaron brasileños y cameruneses, así como los suizos y serbios en dos enfrentamientos de los que saltaron chispas. 

En el estadio Lusail se vivió un choque muy emocionante entre una Brasil plagada de suplentes (pero con nombres que pueden ser, perfectamente, titulares) y una Camerún que no dejó de soñar con el billete a octavos hasta el final. 'Tite' revolucionó su alineación, pero replicó su plan de siempre. La 'canarinha', a la que le está costando más de lo que debería marcar, fue claro dominante del encuentro y tuvo una seguidilla impresionante de ocasiones, pero no estuvieron finos en el último pase.

Las ocasiones de Rodrygo, Martinelli o Gabriel Jesús desconcertaron al a defensa camerunés, así como un Fred que fue indescifrable. En el cuarto de hora llegó la ocasión más clara de la 'canarinha' con un balón alto y cruzado al área para la aparición del jugador del Arsenal, pero despejó Epassy con una manopla espectacular. No obstante, las mejores fueron de los africanos, que hicieron que Ederson se vistiera de héroe en la primera mitad para salvar a los suyos: Mbeumo cabeceó en el segundo palo tras un centro desde la izquierda. Remató hacia abajo y tuvo que volar el guardameta del City para evitar el 1-0. 

En la segunda mitad, las fuerzas se igualaron pero fue Brasil el que mejor respondió a la exigencia, aunque en el ataque no terminó de cuajar y dejó mucho que desear, porque no tenían finura a pesar de las incontables ocasiones que tuvieron. Finalmente, Camerún acabó golpeando y Aboubakar definió el encuentro durante el descuento con un cabezazo inapelable para Enderson. 

Dinamita pura en el Serbia-Suiza

Si bien en el estadio Lusail habían bastantes chispas, lo que ha pasado en el estadio 974 no ha sido apto para cardíacos. El choque entre Serbia y Suiza ha sido una auténtica lluvia de goles en el que, por ejemplo, se marcaron cuatro goles en la primera mitad. Shaqiri fue el encargado de abrir el marcador con un disparo por debajo que se coló en la red tras tocar en un defensor rival, pero seis minutos después llegó el empate con un golazo de Mitrovic después de un centro de Tadic que cabeceó, cruzado, de manera espectacular el jugador del Fulham. 

La historia no acabó allí, porque todavía faltaban muchos goles. Vlahovic fue el encargado de poner la ventaja momentánea para los serbios después de beneficiarse, nuevamente, de un error de Suiza en la salida (y posterior despeje). El delantero de la Juventus robó el balón de Freuler y golpeó de primeras para clavarla en lo más profundo de la red en el 35'. Nueve minutos después llegó el empate -otra vez- gracias a un Embolo que empujó el balón después de un centro raso de Widmer. 

Suiza demostró que hay pocas selecciones en este Mundial con tanta paciencia y que compitan tan bien. Contra Serbia lo dejaron claro, porque cuando más estaban contra las cuerdas, encontraron soluciones. Y es que justo después de la reanudación, un nuevo 'jugadón' los dejó por delante en el marcador. Después de un balón picadito de Shaqiri para Vargas, que la dejó de tacón para que Freuler golpeara de primeras y poner el 3-2.