Polémica, golazos, emoción, pelea… Las claves de la súper final del Mundial

Qatar 2022 pasará a la historia por muchos motivos y la final será uno de ellos. En el estadio Lusail se ha vivido una de las mejores finales de la historia de una Copa del Mundo, por no decir que la mejor, en un partido que ha tenido de todo y que midió a dos selecciones que saben lo que es sufrir y, sobre todo, imponerse ante las adversidades. El duelo dio a Argentina como gran vencedora, pero Francia estuvo muy cerca. 

La 'albiceleste' fue superior en gran parte del partido, pero a 'les bleus' no se les podía dar por muertos antes del pitazo final, sobre todo porque tienen a un Kylian Mbappé que, con dos chispazos, invitó a soñar a los suyos... y de qué manera. Y es que empató, en onventa segundos, un partido que perdían por 2-0 desde el minuto 34' de la primera mitad. Locura o fe excesiva, pero 'Donatello' fue el más listo de la clase. 

Argentina estaba consiguiendo una victoria muy solvente, pero no se escaparon de la polémica y una nueva mirada con recelo al VAR, que ha sido muy cuestionado (con motivos) en este Mundial. En Rusia se vistió de revolucionador, pero en Qatar dio un paso atrás injustificable. Sobre todo porque en el partido más importante del torneo, se quedaron sin revisar el penalti de Dembélé sobre Angel di María que, por lo menos, invitaba a las dudas. El del FC Barcelona tuvo un mínimo contacto y el colegiado señaló la pena máxima. Merecía una revisión. 

En el partido se pitaron dos penaltis más, a favor de Francia, que fueron muchos más claros: Primero por un derribo de Otamendi sobre Kolo Muani para el 2-1 de Francia, que convirtió Kylian Mbappé, y después para que el propio futbolista pusiera el 3-3 en la prórroga. Se pitó por una mano de Montiel dentro del área, cuya única duda fue si estaba dentro. En las repeticiones, en cualquier caso, fue muy claro. 

Un partido para la historia

Además de las polémicas arbitrales, fue un choque muy impredecible en el que se instaló la locura cuando Mbappé sacó oro con dos goles para dar una vida 'extra' a Francia. Antes de eso, el planteamiento de Lionel Scaloni había 'noqueado' a Didier Deschamps y compañía, porque consiguieron minimizar las grandes fortalezas de los franceses: Antoine Griezmann pasó a ser un expectador más, Dembélé y Koundé fueron los puntos débiles por la derecha y el centro del campo estuvo muy vigilado. 

Argentina fue mucho más que Francia, pero la calidad de 'les bleus' tampoco es innegable. Finalmente, los cambios en la segunda mitad inyectaron energía a los europeos, que buscaron la victoria hasta el último segundo, pero que acabaron muriendo en la orilla. Entre tanto, dejaron un espectáculo que será difícil de olvidar y que ya es historia del fútbol.