Ernesto Valverde y el Barça, encantados con el último gesto de Ousmane Dembélé

El FC Barcelona se prepara para una temporada muy ambiciosa con ilusiones renovadas y una plantilla de muchos quilates, que podrá empezar a probar en cuanto acabe la pretemporada. La expedición que ha realizado la gira americana se reunirá con los mundialistas en la Ciudad Condal, y sólo quedaran unos pocos ausentes que apurarán sus merecidos días de vacaciones. 

Quien ha renunciado a una parte de su tiempo libre es Ousmane Dembélé, que este sábado se ha presentado en la Ciudad Deportiva a pesar de que tenía permiso para más de una semana. Todos los participantes en la Copa del Mundo tenían un mes para desconectar, y como el de Vernon llegó con Francia a la final, todavía tenía algo de margen antes de volver a ser reclamado para los entrenamientos.

Ha sido su propia decisión adelantar su retorno, un gesto que ha sido muy bien recibido por el club y por Ernesto Valverde. Más allá de la inquietud que el joven pueda tener con la llegada de refuerzos, a pesar de que Éric Abidal le haya tranquilizado sobre su futuro, es un síntoma de compromiso y de que empieza a sentirse implicado en la causa azulgrana.

El delantero sabe que con unos días más de trabajo puede garantizarse más minutos en el arranque del curso, y si las cosas le van bien, le irán bien al Barça, en una rueda perfecta entre el beneficio personal y el colectivo. Si rompe la timidez que le lastró en sus primeros meses y es capaz de imponer su ambición, será un gran argumento en un año que debe ser el de su confirmación.

La gestión del vestuario, trabajo extra para Ernesto Valverde

El examen que pasarán todos los jugadores del Barça también se replicará para Valverde, que es el encargado de gestionar partidos y mantener en alza la motivación de la tropa. Con un banquillo de tanto lujo, será difícil convencer a más de uno de que toca descansar o esperar pacientemente las oportunidades, pero es un precio que hay que pagar por tener un vestuario más competitivo de lo normal.

En el caso particular de Dembélé, su crecimiento en los futbolístico debe ir acompañado de una madurez mental, que puede ser clave para su explosión definitiva. Su carácter introvertido no le beneficia en un gran club, en el que debe esforzarse más por expresar sus inquietudes para reducir las presiones a las que se ve sometido. Cuanto más relajado, como ya ha demostrado en algunos chispazos, será mejor.