El modus operandis en momentos de crisis del FC Barcelona en los últimos años ha sido todo menos positivo. Con la gestión de Josep María Bartomeu quedaron evidenciados todos los 'huecos' de la entidad azulgrana, algo que Joan Laporta ha heredado en el comienzo de su segundo mandato y que le deja poco margen de actuación para 'solventar' la crisis a corto plazo. No hizo lo que prometió mil veces que iba a conseguir a toda costa: renovar a Leo Messi, así que el panorama es más difícil de lo que cualquiera pudo imaginarse... Y la 'fiesta' apenas empieza. 

Ha sido, sin lugar a dudas, el golpe más duro para el Barça, en todos los sentidos, porque Messi es un jugador que no solo 'genera' en el campo; supone un gran ingreso por ventas de camisetas y patrocinios. Ya el PSG está viendo su espectacular efecto, mientras en la Ciudad Condal viven las consecuencias de haber dejado marchar al mejor jugador de la historia, con la sensación de que se pudo hacer un poco más desde las oficinas del Camp Nou sin necesariamente hipotecar el club, como confesó Laporta en la rueda de prensa con la que explicó la salida de 'La Pulga'. 

Lo cierto es que no queda más remedio que pasar la página, pero... ¿Cómo afrontará el Barça la fuga de una nueva estrella? Tomando en cuenta el desastre que fue la salida de otro de los grandes 'cracks' históricos del club, Neymar Jr, hace tan solo cuatro años. Para recordar, el París Saint-Germain pagó los 220 millones de euros de la cláusula liberatoria del delantero brasileño, con la intención de reeconstruir al equipo y buscarle un reemplazo 'fijo' Ney... ¿Lo consiguieron? 

Ese mismo verano, la entidad catalana invirtió 105 'kilos' en el traspaso de Ousmane Dembélé desde el Borussia Dortmund. El Barça lo veía como el jugador ideal para generar peligro y buscar el desborde por la banda derecha. A la cifra del traspaso, se le sumaron 40 más de variables; un total que dejaba al francés con la obligación de triunfar en el Camp Nou, pero la historia ha sido verdaderamente distinta y muy negativa por los constantes problemas físicos que ha vivido 'Dembouz' en su estadía en la Ciudad Condal. ¿Prueba de ello? La lesión de la que se está recuperando tras la Eurocopa que le mantendrá en el dique seco hasta finales de noviembre. 

El Barça quiso seguir 'rompiendo' el mercado y en enero de 2018 concretaron el fichaje de Philippe Coutinho, la incorporación más costosa de la historia del club por unos 120 millones de euros, más otros 40 en variables. 'Cou' no consiguió despegar con el equipo en su primera -media- temporada y acabó marchándose al Bayern de Múnich en calidad de préstamo, donde consiguió un triplete histórico y, peor aún, anotarle un doblete a los azulgrana en la debacle en Lisboa ante los bávaros (2-8). El carioca regresó el verano pasado y ha estado fuera de acción desde diciembre. 

Esos fueron los dos jugadores con los que el Barça intentó suplir a Neymar en su primera temporada. El plan no les resultó, en absoluto, y en 2019 volvieron a tantear a 'Ney', pero terminaron invirtiendo 120 'kilos' más por el fichaje de Griezmann desde el Atlético de Madrid. En resumen, casi 400 millones en variables para cubrir la fuga de una de las grandes estrellas... Y nunca fue suficiente. 

Con Messi, aún más difícil 

Si ha sido imposible rellenar el hueco de Neymar... ¿Será imposible con el de Messi? considerando todo lo que aportaba el argentino dentro y fuera del terreno de juego. Además, Leo se ha marchado sin dejar ni un euro por su traspaso, por lo que el Barça tampoco puede saltar al mercado de fichajes a buscarle un reemplazo (ni tiene de dónde invertir), por lo que la única solución está en la casa. 

Son varios los jugadores que tendrán que dar un paso al frente para cubrir su huella en el Camp Nou, pero también habrá que encontrar la fórmula para que los 'cracks' de la plantilla muevan masas tal y como lo hizo 'La Pulga', para poder convencer a los patrocinadores y llamar la atención de los fanáticos, tanto para la venta de las camisetas como para llenar nuevamente, cuando se pueda, el recinto blaugrana.