Desde la directiva del FC Barcelona ya comienzan a planificar los movimientos a realizar una vez finalizada la temporada en curso. Uno de ellos tiene que ver con la serie de amistosos que el cuadro culé tendrá como parte de su preparación para el próximo curso, que iniciará más temprano de lo habitual, toda vez que no habrá parón en verano por la Copa del Mundo, que se celebrará en noviembre.

Tras la última jornada de LaLiga el 22 de mayo, el equipo azulgrana debe buscar ingresos durante la temporada muerta. Por ello, se llevarán a cabo estos partidos, cuyos rivales ya han comenzado a definirse. Según 'Mundo Deportivo', uno de ellos será el Atlético de Madrid, con quien se medirán en suelo australiano para el disfrute de los aficionados de la nación oceánica.

Asimismo, se enfrentarán a un equipo de jugadores locales, que reunirá a los mejores del torneo australiano. Se espera que estos compromisos se jueguen el 27 y 30 de mayo, aunque resta por definirse cuál será la sede de ambos enfrentamientos. De momento, se estima que al menos uno de ellos será albergado por Sidney, una de las principales ciudades de Australia.

Los españoles del Barça deberán andar con cuidado

Pese a tratarse de partidos amistosos, será preciso que los internacionales con selecciones europeas deban ser precavidos y así evitar posibles lesiones. Tras la culminación de los torneos habituales de la temporada está prevista una serie de fechas válidas por la UEFA Nations League del 2 al 14 de junio. La última convocatoria de España tuvo a media docena de culés.

En el torneo, 'La Roja' se  estará enfrentando a Portugal en casa el 2 de junio, visitará a República Checa el día 5, viajará a Suiza cuatro días más tarde y retornará a casa para recibir a los checos el 12. El 'jet lag' podría repercutir en los jugadores azulgranas, que deberán realizar su traslado y regreso desde Australia, lo que supone 22 horas de vuelo.