Atrapados en dos realidades distintas, realidades que los han ensalzado y avergonzado. Puntaje ideal en la máxima competición de clubes en el mundo, ante su peor inicio de temporada en 33 años de historia. El FC Barcelona se encuentra en el limbo de juego.

El Cádiz sirvió como su último verdugo en LaLiga, derribó al Barca 2-1 en casa para sellar una dolorosa derrota para los dirigidos por Ronald Koeman. Se encuentran a 12 puntos del líder y ocupan la novena plaza. Los azulgranas solo han sumado 14 puntos en 10 partidos disputados.

En contraposición se encuentra la Liga de Campeones, el bálsamo por el que han ensalzado a los catalanes, líderes indiscutibles del Grupo G por encima de su escolta, Juventus. Koeman se ha permitido resguardar a Lionel Messi en sus últimos dos compromisos de Champions: Dinamo de Kiev y Ferencvárosi. El baluarte del equipo no ha sido indispensable en la consecución de la victoria azulgrana en estos compromisos. Antoine Griezmann, Dembélé y Martin Braithwaite, entre otros futbolistas, han respondido para otorgarle la victoria al equipo propinando goleadas a sus rivales.

Sin embargo, en LaLiga no han presentado la misma contundencia. En cancha el equipo denota desdén por buscar el resultado, lo que ha generado fuertes críticas al funcionamiento defensivo y ofensivo. De los últimos cinco partidos disputados solo consiguió la victoria en dos (Osasuna 4-0, Real Betis 5-2), empató a uno ante el Alavés 1-1, y perdió dos (Cádiz 2-1, Atlético de Madrid 1-0). 

Mientras que en Champions League fue capaz de doblegar a todos sus rivales justo antes de medirse a la Juventus de Cristiano Ronaldo, quien no estuvo en la victoria del Barça 0-2 por estar de baja debido a dar positivo por Covid-19. Este duelo supondrá la prueba de fuego para el Barcelona, demostrará su contundencia en Champions, o un delicado problema en la estructura técnica y táctica como equipo.

Bajas sensibles en la cancha

El Barcelona no ha quedado exento de las bajas sensibles debido al demandante calendario que los equipos están llevando desde el regreso del fútbol tras el parón por la pandemia. Gerard Piqué, que será de baja por 3 meses aproximadamente, significa la más delicada por su protagonismo en la línea defensiva. Su ausencia deja un hueco considerable en la defensa, lo que ha ocasionado dolores de cabeza para el técnico y equipo.

Dembélé es una baja constante para la oncena, su participación tras su regreso fue clave para lograr el triunfo, sirviendo y marcando tantos. Ahora es una pieza más faltante en el conjunto. La partida de Luis Suárez también dejó un vació importante en el equipo, pese a la respuesta de Braithwaite. Su jerarquía en la alineación y de cara al arco rival, le proporcionaba otra cara al conjunto culé. Ahora, liderados por Messi, tienen la obligación de bregar con las ausencias.

No es secreto que el Barcelona es un gigante en Europa y el mundo, por lo que tiene el deber de levantarse y luchar por escalar posiciones en LaLiga, y mantener su racha victoriosa en Champions para seguir imponiendo jerarquía, y continuar ensalzando la camiseta del FC Barcelona.