Los problemas para el FC Barcelona continúan, no solo en el apartado deportivo, después de un empate ante el Celta cuando todo parecía apuntar a una abultada victoria, sino también en lo que respecta a las finanzas, donde aún quedan cuentas pendientes con sus antiguos entrenadores.

Un club que se caracterizaba por confiar en los proyectos a largo plazo ahora ve a sus técnicos marcharse con una preocupante frecuencia. Desde los ciclos de Frank Rijkaard y Pep Guardiola ningún entrenador ha tenido una duración de al menos cuatro temporadas en el banquillo.

Evidentemente, tales cambios repercuten en las arcas. En total, la deuda del Barça por concepto de cláusulas de rescisión y finiquitos asciende a 33 millones de euros. En el caso de Ernesto Valverde fueron 11 ‘kilos’ a pesar de no percibir nada por su último año de contrato.

Las deudas pendientes del Barça

Por su parte, Quique Setién, quien estuvo al mando del primer equipo durante media temporada, aún está esperando por 4 millones de euros correspondientes a su rescisión al final de la temporada 2019-20, marcada una interrupción a causa de la crisis sanitaria y el doloroso 2-8 en Lisboa ante el Bayern.

En el caso de Ronald Koeman, la deuda es de 13 millones, divididos en 7,2 ‘kilos’ por la ficha pendiente y otros 5,8 en función de su rescisión contractual con la selección de los Países Bajos, un sacrificio que debió hacer para aterrizar en la Ciudad Condal, donde su ciclo ya terminó. Entretanto, la llegada de Xavi podría sumar los 5 millones de su cláusula a futuro en su contrato.