El Camp Nou alzó la voz contra la UEFA y las decisiones arbitrales

La quinta jornada de la fase de grupos de la UEFA Champions League fue una muy complicada para el FC Barcelona. La escuadra azulgrana observó como el Inter de Milán les eliminaba de la competición al derrotar por 4-0 al Viktoria Plzen. Tras recibir semejante 'golpe' anímico, los catalanes salieron al campo para enfrentarse el Bayern de Múnich, quien les 'arrolló' y venció por 0-3 para ponerle la 'guinda' definitiva a una noche que seguramente pasará al olvido de los culés.

Más allá del duro momento vivido por el conjunto dirigido por Xavi Hernández, los seguidores azulgranas dieron una increíble muestra de lealtad y se mantuvieron firmes acompañando al equipo. La afición estuvo al 'pie' del 'cañón' y nunca abandonó a los suyos, inclusive cuando el duelo ante los bávaros ya estaba absolutamente sentenciado. Este gesto fue reconocido por los futbolistas, quienes se acercaron a la grada d'animació al finalizar el encuentro para agradecer el apoyo.

Sin embargo, la hinchada protagonizó un momento de tensión al 'filo' del descanso. El Bayern ya ganaba 0-2 y el Barça luchaba como podía para conseguir el gol del descuento. Así, al minuto 44 Robert Lewandowski se internó al área muniquense y fue derribado por Matthijs de Ligt, en una acción que fue declarada como infracción por parte del árbitro del duelo, Anthony Taylor.

A pesar de esto, el colegiado principal fue llamado desde la sala VOR para observar nuevamente la jugada y tomar una decisión definitiva. Al acercarse al monitor y ver la acción, Taylor determinó que el central neerlandés no cometió falta sobre el goleador polaco, por lo que anuló el penalti. Esta acción desató la 'furia' de la afición, que cargaron contra la UEFA desde las gradas. "Es una mafia, la UEFA es una mafia", fue el clamor general del feudo blaugrana.

Cansados de los fiascos

Los culés explotaron tras una nueva decisión polémica tomada en su contra, ya que estos se vieron perjudicados por el arbitraje en diversas oportunidades en la presente edición de la Champions. En Milán se vivió con mayor notoriedad, cuando el colegiado principal, Pol van Boekel, anuló el gol del empate e hizo la vista 'gorda' a un claro penalti a favor en el último minuto por mano de Dumfries, en una derrota que fue el principio del fin del Barça en Europa.