Este miércoles, el FC Barcelona se enfrentará a uno de los retos más grandes de su actual temporada, al chocar nuevamente contra el París Saint-Germain, en la vuelta de los octavos de final de la Champions League. Tras sufrir una estrepitosa caída en el primer partido, en el que los franceses consiguieron un resultado de 1-4, los de Koeman apostarán por concretar una segunda remontada histórica ante los de la capital gala. 

Es inevitable no recordar, bajo este escenario, el encuentro en el que el Barcelona concretó el histórico revés que endosó al PSG en 2017, cuando los dirigidos en ese entonces por Luis Enrique voltearon el marcador de 4-0 que los de Unai Emery habían conseguido en la ida y se impusieron con un magnífico 6-1 en la vuelta. Aquella noche, Suárez, Kurzawa en propia puerta, Messi, Neymar por partida doble y Sergi Roberto canalizaron todos los esfuerzos ofensivos de un conjunto culé que salió preparado para remontar desde que perdió el primer encuentro en el Parque Des-Princes.

Y es que esa fue una de las características más notables de aquella seguidilla de encuentros, ya que Luis Enrique se enfocó en el optimismo de decir que si veía a su equipo capaz de marcar seis goles en la vuelta ante el PSG. En cuanto a planteamientos, el asturiano buscó llevar sus palabras a los hechos, saliendo con un 3-4-3 que apostaba por el peligro ofensivo inmediato, juntando a Messi como mediapunta con un tridente conformado por Neymar, Suárez y Rafinha

Aunque el partido fue uno de los más vertiginoso de la era de Luis Enrique, es el claro ejemplo de que el Barcelona puede lograr todo lo que se proponga, si realmente se canaliza en ese sentido. Es por ello que las esperanzas y la fe en la remontada que puede producirse este miércoles, ante el mismo rival, están más que intactas. 

La remontada dependerá de Koeman

Que se concrete realmente la remontada del Barcelona ante el París Saint-Germain dependerá, en gran medida, de lo conservador que quiera ser Ronald Koeman en cuanto a su planteamiento. Si asume correctamente los riesgos, como lo hizo Luis Enrique en el 2017 y sale realmente a por la victoria, el resultado puede ser el que todo el barcelonismo espera. 

El míster neerlandés deberá aprovechar que su más reciente planteamiento táctico, el de la alineación 3-5-2, está dando resultados óptimos, ya que permite un desenvolvimiento ofensivo que combina a las piezas más peligrosas con las que cuenta el Barcelona actualmente. A su vez, el repliegue defensivo se produce de mejor manera que antes, por lo que el cuadro culé parece haber encontrado su idea especial para plantarse hacia otra remontada histórica