Pese a quedar desestimado, el proyecto de creación de una Superliga Europea no ha estado exento de efectos perjudiciales para los equipos implicados. Para ello, la UEFA ya ha designado tres inspectores para determinar qué ocurrirá finalmente con el FC Barcelona, el Real Madrid y la Juventus.

De hecho, cada uno de ellos ya ha remitido sus respectivos informes ante el Comité de Control, Ética y Disciplina del ente rector del fútbol europeo. En principio, se cree que uno de los castigos que cada club podría recibir sería la no participación en la próxima edición de la Champions.

Tras recibir los documentos, la UEFA ha asegurado que podría haber una violación de su normativa, por lo que han abierto un expediente sancionatorio a cada una de las tres instituciones que, a diferencia de los otros nueve, no desistieron en su intención de llevar adelante la iniciativa.

El Comité decidirá el futuro de Barça, Madrid y Juventus

Quizá el escenario menos duro para los clubs sería la sanción económica, mientras que el peor sería verse marginados de participar en la Champions. Cada equipo ya ha recibido los informes y ahora son ellos quienes deben exponer sus motivos ante el Comité de Control, Ética y Disciplina.

Una vez recibidos por parte de UEFA, se procederá a dictaminar la sentencia. Si bien no hay una fecha fijada para ello, es posible que ya haya un resultado antes del 26 de agosto, para el cual está previsto el sorteo de la fase de grupos. Desde el ente, explican que la decisión será tomada por un cuerpo colegiado, aunque “está facultado para tomar decisiones si al menos están presentes tres de sus miembros y en algunas circunstancias, el presidente, uno de los vicepresidentes o uno de los otros miembros pueden tomar una decisión como jueces únicos”.

Conocido el dictamen, los equipos podrán recurrir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que podría dictaminar un levantamiento circunstancial de la sanción durante las investigaciones. De esta manera, no verán afectada su participación, algo similar a lo ocurrido con el Manchester City en 2020 tras el incumplimiento del ‘fair play financiero’.