Han pasado seis meses desde los primeros contactos, pero después de encarrilar el fichaje y llevarse un portazo que frustró su llegada en agosto, el FC Barcelona ha confirmado la incorporación de Philippe Coutinho. Las informaciones sobre la ofensiva final que se publicaban durante la semana se han hecho oficiales a lo largo del sábado, y el futbolista ya está en la Ciudad Condal.

Al contrario de lo que suele suceder, el brasileño no se ha escondido cuando se ha encontrado con los periodistas en su camino hacia el aeropuerto. El suyo era el nombre del día, pero ya no tenía más ganas de excusarse frente a los medios. Ha costado tumbar la resistencia del Liverpool, pero ya no había vuelta atrás, está misma temporada la acabará como azulgrana.

El contraste es más que notable respecto a sus últimas apariciones públicas. Si en verano deshizo en lágrimas después de anotar un gol con brasil y hace unos días no sabía dónde meterse cuando Alex Oxlade-Chamberlain defendió su compromiso con los reds, esta vez su cara esbozaba una sonrisa que no se podía arrancar.

Puesta a punto

En los próximos días se irán conociendo los detalles de su incorporación a la plantilla. Además de su posible presencia en el Barça-Levante, la revisión médica y su posterior presentación apuntan a este mismo lunes. Sus compañeros le recibirán con los brazos abiertos, en particular Paulinho y Luis Suárez, y en breve podría producirse su debut oficial. La afición lo espera con ganas, pero será difícil que superen la alegría que vive el propio Philippe Coutinho.