Fue el fichaje más importante del 2017, pero el FC Barcelona ha tenido que esperar al 2018 para empezar a disfrutarlo. Ousmane Dembélé volvió a jugar hace apenas unos días, y recibió un gran premio en el Camp Nou siendo titular frente al Levante. Pocos días después, el delantero ha vuelto al banquillo.

No es ni un castigo ni seguramente sea una sorpresa, y es que la reaparición del jugador francés está medida hasta el más mínimo detalle. Ernesto Valverde ha hecho caso de su hoja de ruta y le ha dado descanso de inicio contra el Celta, porque no se quiere tentar a la suerte con sobrecargas, molestias o cualquier tipo de contratiempo.

Es difícil pedirle paciencia a un futbolista que lleva tanto tiempo parado, pero a pesar de sus 20 años el de Vernon está respondiendo como un verdadero veterano. Se lo toma con filosofía y sabe que su adaptación y su escalada hacia su mejor nivel dependen de la paciencia. Todos quieren verle triunfar en el Barça, y están dispuestos a ir paso a paso.

Con ganas de más

Fue el mismo Ousmane Dembélé quien reconoció que aún queda para ver su versión más brillante tras su vuelta a la titularidad. "Soy consciente de que aún me falta mucho para estar a mi mejor nivel y tengo que seguir trabajando para ello", explicó hace pocos días, y remató con toda una declaración de intenciones: "En estos tres meses largos, he aprendido perfectamente cúal es la filosofía de juego del Barça".