A pocas horas del cierre del mercado de fichajes, el FC Barcelona y el Atlético de Madrid pudieron llegar a un acuerdo para la cesión de Antoine Griezmann. Sin embargo, es ahora cuando podrían conocerse las razones del delantero francés para abandonar la Ciudad Condal.

Tras marcar 35 goles con la elástica azulgrana, ‘El Principito’ puso fin a su etapa como culé, no sin antes asegurar que se había “dejado la piel por el club”. Griezmann no sufrió lesiones durante su paso por el Barça, por lo que siempre estuvo disponible, desde su llegada, muy bien agradecida por Ernesto Valverde, hasta el año en curso.

Griezmann, sin cabida con Setién y Koeman

Cuando el banquillo estaba al mando de Quique Setién, la confianza no era la misma: no estuvo presente en la eliminación del Barcelona por la Copa en su visita al Athletic de Bilbao, mientras que en el duelo ante el Atleti fue llamado justo al minuto 90 para disputar lo que quedaba del partido.

De hecho, quien fuera su entrenador antes de aterrizar en Barcelona, y que volverá a serlo en su retorno a la capital, Diego Pablo Simeone, llegó a lamentar lo ocurrido con el campeón del mundo. Ni siquiera fue titular en la oscura noche lisboeta ante el Bayern de Múnich que se selló con un 2-8. Cuando ingresó al campo, el encuentro ya iba 1-4.

Con Ronald Koeman la situación ha sido similar. El neerlandés lo relegó al banquillo en compromisos clave, como en el caso de los dos Clásicos, en los que el Barça no conoció la victoria. A su vez, los hechos contrastaban con las palabras del entrenador, quien solía elogiarlo en las ruedas de prensa, pero la realidad era otra una vez que iniciaba el partido.