La jornada de reflexión en la política española ha coincidido, este sábado, con una jornada de reflexión en el barcelonismo. Y es que el FC Barcelona ha vuelto a demostrar que lo de Anfield no fue un naufragio aislado, sino que el equipo hace aguas en distintos aspectos clave del juego justo cuando tiene que hacer frente a los partidos importantes; aquellos en los que se juega los títulos.

No sirve de nada protagonizar una temporada espectacular durante la gran mayoría de los meses del año si, cuando llega la oportunidad de rematar la faena, el equipo se hunde. El año pasado Roma dio el primer aviso, pero pese a ello el Barcelona se sacó las malas vibraciones de encima y consiguió alzarse con el doblete de Liga Santander y Copa del Rey.

Esta temporada 2018-19, podría decirse que el viento soplaba todavía más a favor del Barça que la campaña pasada. Con una mayor profundidad de plantilla y una gran ventaja de puntos al frente de la clasificación liguera, Ernesto Valverde había podido rotar a sus piezas clave como es debido, para así mantenerlas frescas en los partidos clave.

El 4-0 sufrido en Anfield y la consecuente eliminación en semifinales de Champions League fue una sorpresa mayúscula, que muy pocos esperaban. El Barça jugaba el partido con sus mejores jugadores descansados, y los 'reds' llegaban además con varias ausencias de peso. El Barça se confió, salió agarrotado al campo y se vio superado en intensidad, juego y pillería por el Liverpool.

Primera gran decepción de la temporada, a la que se ha sumado la derrota de este sábado en el Benito Villamarín. Pese a dominar el juego y la posesión, el Valencia cogió desprovisto al FC Barcelona al contragolpe y en el primer tiempo se puso 0-2. Los arreones de Leo Messi, Piqué y compañía no sirvieron para remontar, sino más bien para morir en la orilla con el 1-2 definitivo.

El FC Barcelona, con la miel en los labios

De poder firmar una temporada histórica, el FC Barcelona ha enviado al traste todo el trabajo del resto del año en dos partidos. Dos únicos partidos, la vuelta de semifinales de Champions y la final de Copa del Rey. Habrá que ver qué sucede a partir de ahora en el banquillo y en la plantilla, pero está claro que se prevén cambios este próximo verano.

Está claro que Ernesto Valverde está en el punto de mira, y las últimas declaraciones del presidente Josep Maria Bartomeu, en las que aseguraba la continuidad del 'Txingurri' la próxima temporada, han perdido valor para el barcelonismo tras lo sucedido en el Benito Villamarín. Toca reflexionar, llegar a conclusiones y actuar. El Barça se ha quedado este curso con la miel en los labios... Y ya no se puede volver atrás.