El Barça le pone el candado a las jugadas a balón parado gracias a su mejor secreto

Está claro que uno de los aspectos en los que Luis Enrique ha incidido desde que llegó al frente del FC Barcelona es en el juego a balón parado. Una especialidad donde los blaugranas siempre han flojeado hasta el punto de ser uno de sus lunares en los equipos de Pep Guardiola y "Tata" Martino. Sin embargo, hay una persona del staff técnico de "Lucho" que se dedica en cuerpo y alma a este aspecto obteniendo grandes resultados: Juan Carlos Unzué.

El técnico navarro es el encargado de todas las jugadas a balón parado tanto ofensivas como defensivas desde que el asturiano desembarcase en Can Barça. Y los números de los blaugranas en este aspecto son increíbles, tanto que si bien el curso anterior fue en el que jugadores como Gerard Piqué o Jeremy Mathieu decidían partidos gracias a goles llegados a través de los saques de esquina o faltas ensayadas, en esta 2015-2016 ha tocado llegar a la excelencia a nivel defensivo.

Y es que este particular laboratorio azulgrana también da puntos desde el otro lado de la cancha. En todo lo que llevamos de campaña, los blaugranas sólo han recibido un tanto a balón parado, sin contar faltas directas o penaltis. Un aspecto donde antes la defensa catalana era un auténtico coladero ahora es un pilar sobre el que se cimentan los éxitos del equipo.

El único tanto que los culés han recibido este curso a balón parado llegó en la segunda jornada de la fase regular de la Champions League. FC Barcelona y Bayer Leverkusen se enfrentaban en el Camp Nou y el central griego Papadopoulos se alzaba por encima de los centrales para poner en ventaja a los alemanes. Ese fue el único tanto que los de Luis Enrique recibían de esta manera en los 43 encuentros que han disputado hasta la fecha.

La pizarra del laboratorio de Juan Carlos Unzué funciona a las mil maravillas. En los entrenamientos lo trabaja junto a los jugadores, y siempre que hay una jugada de estas características durante un partido es él el encargado en salir al área técnica para aleccionar a los futbolistas. Corrige sus posiciones y les da las claves para saber la manera en la que ejecutará el equipo rival las jugadas.

Ese trabajo que nadie ve y que se nutre de horas y horas de vídeos y de horas y horas sobre el verde de Sant Joan Despí. Cada rival es desmenuzado por Unzué hasta el punto de conocer a cada lanzador y a los mejores rematadores al dedillo. Ese es el secreto mejor guardado de este FC Barcelona, trabajo, trabajo y más trabajo. No hay otra receta para el éxito y Unzué, al igual que Luis Enrique, lo saben perfectamente.