Se acercaba el descanso en el Benito Villamarín y los aficionados del FC Barcelona empezaron a temblar cuando vieron que Thomas Vermaelen frenaba su carrera y se llevaba la mano a la pierna. Hacía pocos meses que Samuel Umtiti había dado un disgusto parecido, y el historial del belga no invitaba a mucho optimismo. Finalmente, no ha habido que lamentar un percance grave, pero aún así el club se ha volcado con el central.

Ya sobre el césped se vieron los primeros gestos de respeto hacia el de Kapellen, con muchos de sus compañeros preocupándose por su estado. Él mismo había destacado el trabajo de prevención que le había permitido mejorar en los últimos meses, y los jugadores le habían felicitado por sus logros.

Los médicos hicieron una buena tarea con el futbolista, al que tranquilizaron y explicaron que no debía forzar pese a los nervios del momento. Vermaelen sabía que se había roto, pero hubo algunos momentos en los que se le vio estirar y con disposición de volver a salir. Esta vez no era tanto como las otras, pero aun así lo mejor era no tomar riesgos.

Muy pendientes

La labor del Barça con Vermaelen no se acabó ahí, y es que han sido varios los que han charlado con él sobre sus sensaciones. Ernesto Valverde reveló que esperaba que no fuera nada, y Robert Fernández y Pep Segura se interesaron por su estado. Su rendimiento ha sido la mejor carta de presentación, y ahora sólo queda esperar a que se recupere. Mentalmente fue un golpe muy duro, pero con el paso de los días lo ha encajado con mucha entereza y en su cabeza está volver a la acción muy pronto.