Tras algunos días por Estados Unidos el FC Barcelona ya apura la gira de pretemporada y este mismo jueves ha puesto rumbo a Miami, donde pondrá fin a su participación en la International Champions Cup. Los azulgrana ya trabajan en el próximo partido, que será ni más ni menos que un Clásico frente al Real Madrid.

Después del triunfo frente al Manchester United y las conversaciones pertinentes sobre el césped, en el que se dejó ver la amistad de Paul Pogba con Leo Messi y Neymar, la escuadra catalana se dirigió al aeropuerto para embarcar rumbo a Florida, en el último viaje de la primera plantilla en su preparación americana.

Algunos de los futbolistas usaron las redes sociales para compartir con sus fans sus actividades durante el tiempo libre, y uno de los más seguidos fue el delantero brasileño, que esta vez, sin embargo, se limitó a dormir y no participó de las bromas habituales con Luis Suárez o Gerard Piqué.

Máxima expectación

Si el estreno frente a la Juventus o el encuentro con el Manchester United ya han sido un éxito en términos de asistencia, recaudación y planificación deportiva, el Barça espera que la coronación de la gira de pretemporada sea el enfrentamiento con el Real Madrid en Miami.

Los dos clubs llevan tiempo publicitando el evento, que como es habitual se espera que tenga máxima trascendencia a nivel mundial. De momento, catalanes y madrileños se embolsaran seis millones por cabeza por su simple participación en el plato fuerte de la International Champions Cup.