Jordi Mboula, Eric Garcia o Sergio Gómez tienen algunas cosas en común, y es que además de compartir formación en la prestigiosa cantera del FC Barcelona, decidieron abandonarla para embarcarse en prometedoras aventuras internacionales. La Masia continúa bajo la amenaza de los clubes del viejo continente, y en el conjunto culé ya han tomado medidas para frenar la sangría.

A pesar de que se les ha acusado de mantener una postura demasiado pasiva respecto al cuidado de las categorías inferiores, los azulgrana destacan que su plan de actuación contempla el aumento de un 160% de la masa salarial para los jugadores jóvenes. La explicación es sencilla: Si los sueldos se elevan, también lo harán las cláusulas, que de momento no han marcado la diferencia dado que sus cantidades son demasiado bajas.

El problema, como ha demostrado el centrocampista de Badalona, es que al final todo queda en manos de los futbolistas y su entorno, ya que por muy alto que sea su precio de salida, ante un 'clausulazo' el equipo poco puede decir. Se puede mejorar en la oferta económica pero no se pueden garantizar objetivos deportivos, porque el que quiera ascender debe ganárselo por sus propios méritos.

Gran problema, difícil solución

La se Sergio Gómez probablemente no sea la última mala noticia que el Barça tenga que escuchar respecto a su cantera, pero pondra de manifiesto cuál es el compromiso real que los jóvenes tienen con el club. Como ya comentó Gerard Piqué, hay que ser valiente para afrontar nuevos desafíos, pero eso puede significar que el sueño azulgrana nunca vuelva. En el otro extremo está Sergi Roberto, que confesó que para llegar al Camp Nou hay que preparar altas dosis de esfuerzo y paciencia.