El Camp Nou lleva días mentalizado para la trascendental prueba que tendrá el FC Barcelona este miércoles. Los culés deben recuperar la ventaja de cuatro goles a cero con la que llega el Paris Saint-Germain y que parece casi imposible. No obstante, en este equipo esa palabra no existe y la hinchada bien lo sabe.

Tal y como se pudo ver en el último duelo frente al Celta de Vigo, las gradas se llenaron de pancartas y cánticos a favor de la remontada. "Sí se puede" fue el cántico que recorrió las gradas del Estadi durante todo el segundo tiempo, junto a cartulinas y demás rótulos creados para motivas a sus futbolistas y dejarles claro que si alguien puede hacerlo, son ellos.

Por esta razón, Luis Enrique supo perfectamente cómo dirigirse al público en la rueda de prensa previa al duelo. "Cada partido de fútbol tiene una importancia masiva el gestionar las emociones, pero en este mucho más. Yo diría las palabras de Luis (Suárez) al equipo pero no a la afición porque necesitamos un Camp Nou nada calmado, sino lleno a reventar, hipercalentado, hiperexcitado y con los jugadores jugando con cabeza y haciéndolo que saben hacer", avisó al respecto.

El Camp Nou, de infierno a olla a presión

El técnico asturiano opinó que "no creo que el Camp Nou deba ser un infierno estilo Liverpool porque no es el estilo de nuestra afición, pero sí ser una olla a presión para apoyarnos. La presión debe incentivar a nuestros jugadores para que no decaiga el desaliento. Estoy seguro de que va a ser así y nosotros vamos a actuar más que con palabras con hechos".

El club ya ha preparado y anunciado los actos previos al duelo. Tal y como se ha podido saber, el estadio recibirá a ambos conjuntos con un gran mosaico en el que rezará "todos con el equipo". Y es que sí, todos estarán con el equipo en la noche de este miércoles.