Joan Gaspart, contundente sobre la inocencia del Barça en el 'caso Negreira'

Joan Gaspart, quien fuera presidente del FC Barcelona entre 2000 y 2003 y quien en un primer momento abogó por la unión del barcelonismo ante el asedio a la entidad azulgrana por el 'caso Negreira', ha vuelto a pronunciarse sobre este polémico caso que ha salpicado a varios de los últimos dirigentes azulgranas. El exmandatario culé aprovechó su aparición en el acto de celebración del 124 aniversario del club y la presentación del Comisionado y Manifiesto del 125° en el Auditori 1899 para hablar ante los medios de comunicación presentes.

En este sentido, Gaspart comenzó señalando, una vez más, su confianza en la decisión de los jueces: "Espero y deseo que la justicia llegue algún día y diga claramente que no hay ninguna prueba que indique que el Barça haya cometido una ilegalidad", subrayó.

Asimismo, el expresidente de la entidad catalana aseveró cuáles serán sus expectativas si finalmente se demuestra la inocencia del club en estos hechos: “Espero que se arme tanto 'follón' como se ha armado diciendo que sí. Todos los clubes que se han sentido tan ofendidos. El Barça jamás ha cometido una ilegalidad. Otra cosa es la interpretación de la épica".

El nuevo argumento de Gaspart ante el 'caso Negreira'

Para concluir sus declaraciones, Joan Gaspart dejó en claro su pensamiento sobre el tema de los pagos arbitrales: “Les voy a dar una explicación muy clara: ¿Ustedes se imaginan que yo hubiera sabido que pagando se podía ganar? ¿Sería tan gilipollas de que me tuve que ir por culpa de no ganar ningún partido si hubiera sabido que se podían pagar a los árbitros?", apuntó el exmandatario.

Vale recalcar que durante la presidencia de Joan Gaspart (2000-2003), el FC Barcelona enfrentó una gran crisis deportiva, ya que en sus tres años de mandato el club no ganó ningún título. Este período estuvo marcado por la inestabilidad en la dirección técnica, con cuatro cambios de entrenador, pasando de Lorenzo Serra Ferrer a Carles Rexach, luego a Louis Van Gaal y finalmente a Radomir Antić. Aunado a esto, las incorporaciones realizadas con una gran inversión (199 millones de euros, aproximadamente) no rindieron como se esperaba, lo que terminó repercutiendo a nivel económico.