El Barcelona se sigue frotando las manos con los jugadores que están en la cantera y es que no es para menos, con las incorporaciones de Mingueza y Aráujo esta temporada, más Ansu Fati que antes de la lesión estaba como un rayo, da para confiar en La Masía con total seguridad al pensar en el futuro.

Ilaix es otro de los grandes destellos que se ha dejado esta temporada desde las fuerzas básicas del equipo culé, con mucha fuerza y personalidad en cada encuentro que ha podido disputar. Su poste ante el Real Madrid pudo haber sido la graduación para quedarse por completo en el primer equipo.

Pero Konrad de la Fuente es tal vez el que más fuerza mental ha demostrado. El jugador de origen estadounidense viene formando parte de los entrenamientos y convocatorias pero los minutos son muy contados para él, haciendo que pase la mayor parte de los viajes sentado y lejos de la verdadera emoción.

Koeman le ha integrado de a poco en la dinámica del equipo pero no ha sido la más efectiva ya que no tiene tiempo de juego, aunque con el filial sí que ha podido participar y de hecho, se ha venido arriba con el paso de los meses, teniendo un sprint final importante dentro del equipo y con muchas actuaciones brillantes.

El aporte ha sido total y entre goles, derroches físicos y un compromiso total, ha podido llevar bien la ansiedad que debe suponer el querer jugar con el primer equipo del club, aunque por ahora no le molesta ser paciente y seguir esperando su turno de cara al futuro.

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Las piezas que vienen formándose en La Masía son tan interesantes como talentosas, dando una vuelta al pasado en aquella gran generación de Iniesta, Messi y compañía, de los que ahora solo quedan Piqué, Busquets y el propio argentino, capitán y estrella del club.