Después de un complicado inicio de temporada, al Villarreal le ha sentado muy bien el cambio de entrenador, y este domingo espera al FC Barcelona con la intención de consolidar su plaza europea dándole un susto al líder de LaLiga. Los azulgranas saben que será una visita muy exigente, aunque las estadísticas son bastante optimistas.

Al contrario de lo que pueda parecer, los valencianos no han sido un rival tan temible en los últimos años, aunque se hayan convertido con total merecimiento en uno de los conjuntos más potentes del campeonato español. Hace 10 años que los 'groguets' no ganan a los catalanes en su feudo, desde que un Cazorla y Senna certificaran un 3-1 contra el equipo que dirigía Frank Rijkaard en la campaña 2007-08.

Desde entonces, 10 enfrentamientos y 6 victorias culés, aunque de los 4 empates restantes dos llegaron en las dos últimas visitas al hoy conocido como Estadio de la Cerámica. Después de igualar 3 de los últimos 5 partidos, el Barça de Valverde pretende alejar sus dudas a domicilio, y no hay mejor lugar que este para encarar con más garantías un final de año con sabor a Clásico.

Peligro arbitral

Después de lo que ocurrió en los dos últimos empates ligueros contra Valencia y Celta, en los que al Barça se le anuló un gol legal en cada encuentro, los azulgrana llegan prevenidos a su vista a Castellón, donde precisamente Iglesias Villanueva, el colegiado señalado en Mestalla, ya la lió la temporada pasada.

Como le pasó con el gol de Leo Messi contra los 'che', el trencilla no apreció unas manos flagrantes de Bruno Soriano en su propia área, tirándose al suelo para despejar un remate del argentino. En aquella ocasión el resultado fue un córner y un enfado monumental de los catalanes, que esperan tener por fin una jornada tranquila.