La defensa culé, señalada tras la derrota en Sevilla

Después de encajar por séptimo partido consecutivo, la defensa azulgrana ha sido la gran señalada por toda la prensa catalana tras la derrota por 2-1 ante el Sevilla FC. Analizando la actuación de los hombres de atrás, sólo se salva Sergi Roberto. Queda mucho trabajo por hacer

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Tras el partido ante el Sevilla y con la derrota correspondiente, el FC Barcelona volvía a encajar uno o más goles en un partido por séptima vez consecutiva, décima en total esta campaña. Pero en esta ocasión la prensa no tenía a su cabeza de turco favorita Marc-André ter Stegen para echarle las culpas. La vuelta a la titularidad de Claudio Bravo y su buen partido hacen que los señalados sean los defensores.

Y es que si bien hicieron una primera parte muy correcta, donde incluso Jeremy Mathieu salvó un gol claro bajo palos, en el segundo tiempo dos errores garrafales supusieron dos tantos que a la postre les costaron a los culés los tres puntos. Analizando ambas jugadas y todo el partido completo, sólo Sergi Roberto puede salvarse dentro de una actuación defensiva muy mejorable y que no estuvo a las alturas.

Para empezar, el lateral izquierdo Jordi Alba se comió el primer tanto, que se generó por su banda, y no estuvo bien durante todo el partido. No se pareció al hombre que revolucionó el partido ante el Leverkusen y su error costó el primer tanto. Dejó que Gameiro hiciera en su flanco izquierdo lo que le viniese en gana, perdió la carrera con el brasileño y le permitió centrar en excelentes condiciones para que Krohn-Dehli marcase el primero.

El central Gerard Piqué, por su parte, tuvo culpa en los dos tantos. En el primero tras dejarse burlar por un Gameiro que ya se había ido de Alba, y en el segundo por permitir un despiste monumental dentro del área blaugrana que dejó a Iborra y a otro compañero solos ante Bravo y al que el centrocampista valenciano consiguió batir con una excelente chilena imparable.

El francés Jeremy Mathieu, al igual que Piqué, tuvo culpa de ambos tantos. Falló a la hora de cubrir al centrocampista danés en el segundo palo y, junto al central catalán, permitió que Iborra recibiese absolutamente sólo dentro del área. Esta última acción provocó la ira de Luis Enrique que lo cambió al poco de producirse dicha acción.

El otro defensor que falta por analizar, Sergi Roberto, cuajó sin embargo otro gran partido que defiende cada vez más y mejor la tesis sobre su titularidad indiscutible en el lateral diestro. Estuvo activo arriba y abajo, trabajó en ataque tratando de dar soluciones a los tapones en el centro del campo y arriba, y a su vez cortó varias ocasiones de peligro. Acabó el partido en el centro del campo pero a un nivel igual de bueno. Fue lo único destacable de forma positiva de una defensa que, nuevamente, volvió a ser blanda.

Luis Enrique tiene mucho trabajo que hacer para devolverle al equipo esa solided defensiva que le permitió la pasada campaña estar sin encajar un solo tanto hasta la octava jornada de Liga BBVA.