Las lecciones que debe aprender el Barça de San Mamés

Después de una ilusionante goleada contra el Nápoles en el último partido amistoso de la pretemporada, el FC Barcelona se llevó un duro tortazo en el estreno liguero. Los de Ernesto Valverde cayeron en San Mamés contra el Athletic Club en una derrota cruel, en el último suspiro, con un golazo del incombustible Aritz Aduriz. Un duelo del que hay que sacar conclusiones importantes para mejorar.

Especialmente del primer tiempo, en el que el FC Barcelona apenas generó peligro cerca del área defendida por Iago Herrerín. Solamente Luis Suárez pudo marcar con un disparo al palo después de un error tremendo del Athletic. Es decir, lo más peligroso del Barça llegó por un regalo de los rojiblancos que el uruguayo estuvo a punto de transformar en gol.

Pero el resto es digno de estudio para los culés. Empezando por un centro del campo que apenas tuvo clarividencia para generar fútbol. El trío formado por De Jong, Sergi Roberto y Carles Aleñá no funcionó como se esperaba. En ataque, Ousmane Dembélé estuvo desaparecido, Antoine Griezmann descolocado y Luis Suárez poco parcitipativo. El uruguayo, además, acabó el partido lesionado.

Pero sin lugar a dudas, la defensa fue la línea que más sufrió. Gerard Piqué y Clément Lenglet fueron superados por la velocidad y el vigor de Iñaki Williams. En los laterales, la cosa no fue mejor: Nélson Semedo perdió la espalda en algunas acciones y Jordi Alba se durmió en tantas otras, dejando los carriles a placer para los atacantes bilbaínos.

En el segundo tiempo se sufrió menos en defensa, pero apenas se generaron ocasiones de gol. Pero lo peor, fue la defensa en el gol de Aduriz: seis jugadores del Barça en la zona no pudieron evitar que dos del Athletic les superaran. Faltó intensidad en esa acción, algo que nunca puede faltar y mucho menos ante un equipo tan guerrero como el Athletic.

El Barça debe meter más intensidad

El FC Barcelona debe meter una marcha atrás si no quiere seguir perdiendo puntos. El gol de Aduriz demuestra que falta intensidad, y el primer tiempo de los de Valverde es otra prueba irrefutable. El Barça tiene fútbol, pero debe mejorar en muchos aspectos para llegar a ser un candidato serio a ganarlo todo. Y, sobre todo, no depender tanto de Leo Messi ya que, si el argentino falta, la luz se apaga de forma alarmante.