Leo Messi y Cristiano Ronaldo pudieron jugar juntos... ¡En el Barça!

La rivalidad entre Leo Messi y Cristiano Ronaldo lleva activa más de una década, y quedará para siempre en los libros de historia. El de Rosario se ha convertido en el FC Barcelona en uno de los mejores futbolistas de siempre, y el de Madeira le plantó cara en el Manchester United, en el Real Madrid y en la Juventus. La peculiar batalla que ambos mantienen pudo ser muy distinta por lo sucedido en el ya lejano año 2009.

El periodista Guillem Balagué ha revelado que el argentino y el portugués pudieron coincidir en el Camp Nou justo antes de que el '7' se mudara a la capital española. Tras tomar la decisión de cerrar su etapa en la Premier League, llegó a un entendimiento con la entidad presidida entonces por Ramón Calderón, pero durante unos meses muy calientes, el pacto estuvo amenazado y otros grandes de Europa al acecho.

Esta información sitúa el inicio de la historia en el anuncio de la dimisión del dirigente, porque su mandato estuvo marcado por unas acusaciones que, pese a todo, nunca llegaron a confirmarse. Tras atar al delantero, los blancos tuvieron que capear dos crisis, que si hubieran estallado de forma definitiva, hubieran dado alas a sus pretendientes. La primera ocurrió cuando el programa de radio 'El Larguero' reveló el trato del crack con los ingleses, que le dejaban marcharse por una cantidad justa. El acuerdo de confidencialidad que lo blindaba estuvo a punto de saltar por los aires.

El agente Jorge Mendes, el director deportivo José Ángel Sánchez y el propio Calderón tuvieron que apagar el incendio que Alex Ferguson pretendía desatar en Old Trafford, aunque lo más preocupante llegó poco después. La guerra de poderes en el Santiago Bernabéu pudo vestir al punta de azulgrana o llevarle al Manchester City, los otros dos grandes que habían pujado por hacerse con sus servicios. Los catalanes habrían puesto 105 millones de euros sobre la mesa, mientras que los 'sky blues' podrían haber alcanzado los 150 'kilos'.

Según Balagué, Eduardo Fernández de Blas hizo que se tambaleara el fichaje en marzo de 2009, con un disparo obra de Florentino Pérez. El presidente de Ética Madridista, que acabó como vicepresidente cuando el de Hortaleza ganó las elecciones, puso en duda la necesidad de gastar tanto en un extranjero, argumentando que había demasiados en el vestuario y que esa partida podía destinarse a reclutar a dos estrellas, por ejemplo, de la selección española. Además, deslizó que una inversión de esa magnitud podía afectar a las arcas del club.

Esta acusación molestó a Vicente Boluda, que había asumido el cargo de Calderón y supervisaba los comicios. El acuerdo con Cristiano estaba apuntalado también por una cláusula de penalización, y si alguien lo rompía debía pagar 30 millones de euros. Eso sí, si la rescisión era de mutuo acuerdo, ambos quedaban liberados y el jugador podía buscarse otro destino. Cuando Boluda llamó a Jorge Mendes para cancelar el traspaso, el luso no le puso problemas. Tenía alternativas firmes, y sabía que los dos proyectos que le seguían tampoco eran menores.

José Ángel Sánchez y Florentino remataron la llegada de Cristiano

Cuando el valenciano le contó lo ocurrido a José Ángel Sánchez, este hizo saltar las alarmas en el Real Madrid. En esos momentos, ya se sabía que Cristiano Ronaldo era un futbolista diferencial, y la posibilidad de 'regalárselo' al Barça y juntarlo con Messi era un peligro creciente. Por ello, el director general apeló al entorno del presidente para que le hicieran cambiar de ideas, y según Balagué, lo logró de una forma peculiar. Le hizo llamar a una figura que, por esas fechas, ni siquiera había confirmado su candidatura.

La conexión telefónica con Florentino Pérez zanjó el caso Cristiano, que acabó vistiendo de blanco en el verano de 2009. El hoy dirigente le aseguró a Boluda que De Blas no volvería a lanzarse al ataque y le solicitó que no rompiera el pacto con el Manchester United. Mendes volvió a tener noticias de los 'merengues' y desactivó las negociaciones restantes, pocos días antes de que el propio Florentino confirmara que se presentaría a las elecciones y se consolidara como gran favorito para ganarlas.