Óscar Mingueza está sacando un máster acelerado desde el arranque de esta temporada. Tras pocos meses siendo parte del primer equipo del FC Barcelona, siempre ha dado la cara, demostrando su talento y respondiendo a la confianza del técnico, Ronald Koeman. Este domingo ante el Athletic de Bilbao mostró  el carácter que tanto le exige el estratega, y le sirvió para colaborar en la consecución del vital triunfo (2-1).

El canterano venía de un error de cálculo en el gol en propia puerta de Jordi Alba que colgó el tanto del empate (1-1) en el marcador, pues Mingueza se dejó ganar la espalda en la banda derecha por Raúl García, que fue el encargado de enviar el centro. Poco después sufrió una bronca entendible de Umtiti en una acción parecida en la que dudó también entre ir sobre Muniain, dejando un espacio considerable que devino otro centro peligroso.

Con 21 años de edad, pudo haberse hundido por los errores, al fin y al cabo aún cuenta con la ficha del filial, y como lateral derecho solo había jugado de manera esporádica en su corta carrera. Pero lo que hizo fue aprender del error cometido y concentrarse en resarcirse, mostrando el buen nivel cosechado durante la primera parte. Y no solo volvió a cerrar la banda, sino que se sumó al ataque con decisión en una jugada que sin aparente peligro, recibió el pase profundo de Ousmane Dembélé y repartió el servicio al corazón del área para que apareciera Antoine Griezmann y definiera de primera el segundo tanto para el conjunto azulgrana.

Se le presentó la oportunidad de oro para vengarse de Muniain, y lo hizo con un desmarque imprevisto. El delantero del Athletic le forzó muchas faltas en la final de la Supercopa de España que terminó ganando el club vasco, pero Mingueza aprende rápido.

Mingueza, joven promesa del Barça

Pese a que Mingueza le ha resultado difícil mantener un buen ritmo defensivo producto a su escasa experiencia en el primer equipo, ha respondido de manera satisfactoria a las demandas del técnico que siempre ha contado con su presencia sobre el campo, y del que demanda mucho porque sabe que puede responder tal como lo hizo este domingo ante los vascos.